El Ing. Jorge Caamal Burgos realizó un análisis con todo rigor sobre la cuenta pública que presentó a distintos grupos de empresarios, buscaba que se comprendiera la gravedad de la situación. Todos recibían con asombro los datos pero de ahí no se pasaba. La información era perturbadora: se habían manejado recursos sin precedentes en la historia de Yucatán: 2007: 14 665 mdp; 2008: 18 297 mdp; 2009: 21 458 mdp. Del toral de los recursos manejados en los tres años el 52.05% se destinó a Gasto Corriente y el 8.61% a Obras Públicas. Adicionalmente se aumentaron los pasivos con instituciones financieras de 521 mdp en 2006 a 2 912 mdp en 2011. Lo menos que se podía decir es que se estaba dejando pasar una oportunidad histórica para resolver problemas atávicos del Estado o para sacar de la pobreza a miles de yucatecos marginados del desarrollo occidental. Desde luego que era mucho más lo cuestionable, en especial sobre el crecimiento del pasivo a instituciones financieras y en general sobre la opacidad en el manejo de los recursos. Cierto, el cuidadoso trabajo del Ing. Caamal Burgos llamaba a admiración pero no producía un efecto ulterior. Finalmente se dio la oportunidad: en un giro sorpresivo el Ejecutivo estatal decide proponer al Congreso un aumento en los impuestos, productos y aprovechamientos del Estado. Si aumentar gravámenes en cualquier época es un riesgo que reclama un tratamiento delicado más habrá de serlo cuando prevalece un clima de inquietud en torno a las finanzas públicas. Así es como se produce uno de los cuestionamientos públicos más trascendentes que se hayan hecho a la autoridad estatal. Ciento cincuenta empresarios se reunieron en la Coparmex Mérida el 17 de diciembre de 2011 y junto con el Ing. Joerge Caamal Burgos le piden al Ejecutivo estatal que no se aprueben los aumento a los impuestos , derechos, productos y aprovechamientos y que no se contraten más créditos hasta que no se esclarezcan la situación las finanzas públicas. Dijo el Ing. Jorge Caamal Burgos: “No estamos de acuerdo en que la vía a utilizar sea la de un alza en la carga tributaria a los ciudadanos (que pagarán más por derechos como actas de nacimiento, licencias y otros) y a los empresarios (por el 2.5 % a la nómina y el 3% de hospedaje). Rechazamos enérgicamente el alza de impuestos y derechos, aumentos que lesionarán seriamente la economía de las empresas establecidas en nuestro Estado y su potencial de crecimiento y competitividad. Hacemos un atento llamado a los diputados para que en lo que resta de su encomienda cumplan a cabalidad con su función de legislar en beneficio de la sociedad yucateca, haciendo a un lado sus diversos intereses partidistas y de grupos. Por otra parte y de manera respetuosa , refrendamos la petición al gobierno del Estado para que disminuya su excesivo gasto corriente, que, como se ha demostrado, se ha incrementado de una manera significativa en los últimos tres años. Asimismo , que todas las secretarias y dependencias estatales , sobre todo aquellas cuya función es generar oportunidades para la apertura de empresas, la promoción del Estado y el apoyo al campo, cumplan a cabalidad su función y manejen escrupulosamente sus presupuestos ”. Los nombres que avalaron el cuestionamiento son elocuentes: muestran el grado de descontento del empresariado que , en mucho, refleja el de la sociedad. Estuvieron en el ya legendario acto: Luis Aguiar Ayala, Ignacio Ponce Manzanilla, Felipe Solís Mier y Terán, Antonio Walker Olvera, Nicolás Madáhuar Cámara, Carlos y Alenadro Gómory Rivas, Raúl Casares G.Cantón, Emilio Díaz Castellanos, Gustavo Cisneros de la Cabada, José Palomeque Roche, Luis Medina Cantillo, Emilio Correa Ávila, David Reyes Aguilar , Sergio Rosado Trujeque, Gerardo Díaz Roche, Leandro Silveira Cuevas, Alejandro Loret de Mola Gómory, Enrique Ancona Teigell, Yamily Calderón Sabido , Alejandro Mier y Terán Fourtuny, Francisco Palma Leal, Rolando Mendoza Hijuelos, Roberto Ponce Díaz, Arturo Iglesias Bermúdez y Joaquín López Mézquita, entre otros. El pasaje es memorable y es posible que marque una nueva época por el profesionalismo que logró sostener una enérgico cuestionamiento que resultó incontrovertible. Con este acto, a cincuenta años de haberse fundado, Coparmex Mérida escribe una de la páginas más brillantes de su historia.
El hombre como especie ha cambiado poco desde el Paleolítico. Sus instintos, pasiones y obsesiones son las mismas y son iguales en los hombres ordinarios y en los extraordinarios. Cambian las ideas, las sociedades y sus instituciones. El siglo XX trajo sus propias enmiendas. Las luchas y preocupaciones de hace cincuenta años no son las mismas. Pero los principios fundacionales han prevalecido, ese es el común denominador a lo largo de los primeros cincuenta años de esta institución.