La Casa de Montejo

La Casa de Montejo

Este grabado de la casa de Montejo, joya del plateresco, nos la presenta desde una de las rejas de la Plaza Principal. Se nota la diferencia de estilos entre la fachada de la puerta y  a la izquierda de la construcción. Es un contraste notable: uno tiene todo lo barroco del plateresco y el otro, toda la austeridad de las construcciones coloniales meridanas.

7-Casa-de-montejo

Esta imagen ya nos muestra la transformación de la fachada. Fue borrada la austeridad colonial y se introdujo un estilo más elaborado que no parece lastimar la belleza del plateresco. A pesar de otros tantos detalles, el edificio es el más hermoso de toda la Plaza Principal y, quizás, el más cautivador de la ciudad. Sus símbolos han sido estudiados desde distintos ángulos que nos permiten descubrir su riqueza.

El arquitecto Manuel Toussaint dijo sobre la Casa de Montejo: “Es la joya de arte plateresco más valiosa que poseemos en arquitectura civil”. Quizás no pretendió tanto Francisco de Montejo, el Adelantado, cuando le escribió a su hijo recomendándole que los colonos hicieran sus casas “y vos el primero para que todos tomen empleo de vos”. La justificación moral de la Conquista y Colonización es la propagación de la fe, la evangelización. Por eso la fachada de la Casa de Montejo nos volvemos a encontrar con una mezcla de elementos elocuentes: dos guerreros del siglo XVI armados para la guerra, de acuerdo a la usanza de la época, con la mano presta a desenvainar la espada, pisan en forma aplastante unas cabezas aterrorizadas portadas de unos cuernos torcidos. Es la representación del dominio de la fe cristiana sobre las prácticas paganas de los indígenas. Para no confundir tanto, encima de los soldados y sobre los capiteles de muestran unos pequeños monogramas de Jesús y María.

En la fachada superior aparecen cuatro retratos, tres de ellos bajo la cornisa asimismo se encuentran trece caras. En el centro se puede apreciar el escudo con cuatro blasones. Un hombre viejo y barbado con el apoyo de un par de leones semierguidos muestra la dedicación de la obra.