UNA NUEVA ERA
Las clínicas, los hospitales y los sanatorios privados existen en Yucatán desde hace siglos. Sin embargo, en los últimos años su función se ha enriquecido, más allá del hecho de ofrecer una amplia gama de servicios valiosos a la sociedad. La insuficiencia de nuestro desarrollo y las crisis recurrentes han afectado las tentativas de investigación que han existido en nuestro país. De ahí que las clínicas privadas en Mérida, al vincularse con clínicas norteamericanas, que son de las mejores del mundo, logren situar a la medicina yucatanense en el concierto de los avances científicos y tecnológicos.
Como sucede en todas las manifestaciones culturales de Yucatán, en la medicina se puede notar en tránsito de Francia a los Estados Unidos, en este caso merece un breve comentario: los Estados Unidos a partir del siglo XIX, ya como nación independiente, logran crear la civilización más rica y más próspera de la historia de la humanidad; pero fue en el siglo XX cuando todas sus fortalezas asombran a el mundo entero. Sin lugar a dudas a esto contribuyeron las dos grandes guerras mundiales que tuvieron sus orígenes y sus teatros más significativos en Europa. Como sucedió en la literatura, la arquitectura y todas las bellas artes, la moda y hasta en la comida, la medicina también volvió la mirada a Nueva York, Filadelfia, Boston, Nueva Orleans y más recientemente a Houston y a Miami.
Se ha visto cómo en todas las épocas ha sido una preocupación constante para Yucatán el accesar a la modernidad en materia médica, se ha visto lo que significó en su momento la Habana, fuertemente vinculada a la Unión Americana, con estos datos puede medirse lo que puede significar las alianzas de las clínicas privadas de Yucatán con clínicas norteamericanas.
Esta participación destacada de la medicina privada no constituye una novedad histórica: ya se apuntó el trabajo que realizara el Doctor Sauri desde su casa de salud al viajar constantemente a Francia en busca de nuevos conocimientos y nuevas técnicas. Lo que si es digno de consideración es que la virtual cercanía de las capitales médicas de los Estados Unidos favorecen la relación y otro tanto hace, y hará, la globalización. En este sentido juegan un papel destacado la Clínica de Mérida y el Centro Médico de las Américas siendo la primera pionera de las clínicas modernas en el estado.
El Centro Médico de las Américas ha congregado a un nutrido grupo de Médicos distinguidos en distintas especialidades y una moderna infraestructura de servicios de diagnóstico y terapéutica, al hacerlo no sólo ha venido a satisfacer un requerimiento de la sociedad sino que también se ha convertido en un factor trascendente para el desarrollo de la medicina Yucateca.
En esta nueva etapa de la medicina en Yucatán se requiere mencionar al Doctor Luis Alberto Navarrete Ruiz del Hoyo, director, desde su fundación, de la clínica de Mérida. Discípulo del Doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez, Luis Alberto Navarrete se gradúa en la escuela de medicina en el año de 1950 y posteriormente realiza estudios y prácticas en los Estados Unidos, especializándose en cirugía general, área a la que ha consagrado sus esfuerzos profesionales, siempre compartidos con la dirección general de la clínica . El doctor Navarrete Ruiz del Hoyo ha sido el líder que con talento y energía ha guiado la evolución de la Clínica de Mérida que tanto ha influido en la historia reciente de la medicina en Yucatán y cuyos efectos se extenderán en los próximos años. Se puede prever que en el futuro otras clínicas, o gabinetes médicos, se sumen a esta nueva dinámica que tanto beneficia a Yucatán y a toda región.
Más aun, la situación actual hace pensar en algunos momentos del siglo XX en los cuales se tuvo la sensación de que en la medicina se podía encontrar una fortaleza considerable para el desarrollo del estado si éramos capaces de atraer pacientes no sólo de la península sino de otros estados y otros países centroamericanos. Para avalar esta aspiración se contaba, y se cuenta, más que con una tradición con toda una historia de la medicina en Yucatán. Posiblemente falta mucho para lograr culminar un proyecto de esta naturaleza, pero lo cierto es que las líneas están puestas y es posible seguir escribiéndolas.
EL FUTURO
La enfermedad, el dolor y la muerte son tan antiguos como la humanidad, y con ella han evolucionado. Síntomas que eran conocidos de una manera, mañana pueden serlo de otra; un padecimiento que hoy es mortal puede dejar de serlo a consecuencia de un afortunado descubrimiento; los nombres cambian, los medicamentos y los tratamientos también, la medicina no se detiene, ha sido desde las épocas más remotas, dinámica. Por todo esto no hay donde equivocarse al afirmar que los cambios serán una constante en las próximas décadas, tampoco hay mayor margen de error al aseverar que para nosotros es más sencillo accesar a ellos y por eso la lucha es ahora más fácil. Los heroicos esfuerzos que desplegaron los precursores ya no son necesarios. Lo que sí se requiere es mantener viva la tradición que nos llegaron: hacer a la medicina de Yucatán contemporánea de las mejores del mundo.
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