Don Severo Lara, que murió casi centenario en 1895, fue el último individuo autorizado con título para ejercer de flebotomiano o sangrador, barbero y sacamuelas.
Los médicos de entonces utilizaban sus servicios para estos menesteres, así como para poner ventosas sajadas y curar cáusticos. Don Severo fue padre del Dr. Don Leocadio, que murió no hace mucho, siendo decano del Cuerpo Médico Yucateco.
Texto e ilustración: Claudio Meex (Dr. Eduardo Urzaiz Rodríguez)