DON HÉCTOR HERRRA ÁLVAREZ «CHOLO»
AMO Y SEÑOR DEL TEATRO REGIONAL YUCATECO
LOS ORÍGENES DEL TEATRO REGIONAL YUCATECO
Durante la última década del siglo XIX se organizó la «Compañía Juvenil de Zarzuela» que actuó en el «Salón Teatro» -situado en la esquina de Las Monjas- la cual realizó grandes esfuerzos para poder subsistir.
A principios de 1907 llegó a Mérida la «Compañía de Opereta y Zarzuela de Esperanza Iris», y eso sirvió para reanimar a los incipientes artistas yucatecos en su afán por realizar teatro regional, aunque sin conseguido completamente, pese a estrenar piezas de ambiente local como «Los Dos Pilletes», «Suerte Perra» y «Santita».
El 21 de abril de 1914 fue ocupado el puerto de Veracruz por la marina norteamericana, y por ello los cinematógrafos de la península yucateca no podían recibir las películas enviadas por los distribuidores de la ciudad de México; ante el peligro de tener que clausurar su negocio en Mérida, el empresario español Eloy Martínez sugirió a don Alvaro Pérez y Pérez la conveniencia de formar una compañía de zarzuela integrada por aficionados, para que se presentase ante el público en substitución de las funciones cinematográficas. . La compañía quedó formada y el 26 de mayo de 1914 se presentó en el «Salón Iris», ubicado en los bajos del portal del Ayuntamiento, estrenando la zarzuela «That is the Question «, en la cual se satirizaban los peripecias acaecidas en Mérida con motivo de la militarización llevada a efecto a causa de la invasión norteamericana. Esta obra, inspirada en sucesos netamente locales y que por ello tuvo gran aceptación, dio nacimiento al teatro regional yucateco.
Animados por el buen éxito obtenido, los autores escribieron su segunda obra, «A la temporada», la cual se llevó a escena el 8 de julio de ese año y en la que se ridiculizan los percances de la clase media por los mil sacrificios que tenían (tienen) que realizar para poder ir «de temporada» a las playas de Progreso. El entusiasmo del público ~ desbordó al oír a la orquesta tocar una jarana yucateca, realzando la escena en la que un árabe cobra. sus «abonos» pendientes y cuyo pago fue interrumpido por la situación de penuria en la que está su deudor a causa de la dichosa «temporada». Este agradable ,incidente indicó a los autores la conveniencia de inspirarse, para la confección de sus obras futuras, en la música y en las costumbres regionales. Hacia 1919, don Eloy Martínez dejó la empresa teatral, tomándola bajo su responsabilidad el maestro Juan Antonio Pérez y Pérez, quien la sostuvo hasta el 20 de mayo de 1921, fecha en la que partieron de viaje rumbo a la capital de la República con el objeto de dar a conocer el teatro regional yucateco, aprovechando las fiestas del primer centenario de la consumación de nuestra Independencia… y solo pudieron realizar una breve gira por los estados de Campeche, Tabasco y Veracruz.(1)
Contribuyeron a consolidar el teatro regional las siguientes obras: «La Ley del Amor», «El Hijo del Campo»,»Braulio, el Veterano»,»El Fin del Mundo», «La Silenciosa»,»La Campesina», La Diosa Barbona», «Entre Flores», «Sueño de Verano», «Flor de Mayo», «Entre la Nieve».»La Casita de Paja», «Amor y Gloria», «La Duquesa de Kanasín», «La Culinaria», «El Sueño de Al varado», «Lobos y Corderos», Sábado de Gloria», «La Resurrección de Lázaro», «El Rey Rojo», «El Chechén», «Entre Sombras», «Doña Pascuala», «Blanca Flor», «Fatalidad» y «El Inocente».
La época decisiva para el teatro regional comenzó en 1919 (2) , con don José Talavera León(3), el primero en organizar compañías de teatro que hicieron giras por el interior del estado de Yucatán(4) y representaron con gran éxito obras sencillas donde los actores vestían, hablaban y trabajaban igual que los espectadores y sus familias. Don Pepe Talavera y su trouppe trashumante hacían reír a su auditorio con base en los pequeños problemas sociales que iban percibiendo en las comunidades que visitaban, refiriéndose también a los sucesos políticos escenificados en forma de comedia, fórmula que persiste hasta nuestros días.
En este año, y después de triunfar en el resto del estado, Talavera presentó una exitosa temporada en el Teatro «Olimpia»(5) de Mérida que marcó definitivamente el triunfo del teatro regional yucateco en el gusto del público. Dentro del grupo de pioneros se consolidaron don Héctor Herrera Escalante, Luisa Terregosa(6) Andrés C. (EI Flaco) Urcelay(7) y Bertila Sosa, entre otros.(8)
El gusto por el teatro regional, sin embargo, comenzó a ser sustituido a partir de los años 20 por el cine, lo que ocasionó que los espectadores se alejaran un poco de este entretenimiento algún tiempo.
El teatro regional yucateco reproduce con todo su color y todo su atractivo las costumbres de las clases populares de la península. Es muy semejante al teatro de carpa que se realizaba en la ciudad de México hace varias décadas, forma coloquial y jocosa en la que el público se ve reflejado sin ningún contratiempo, pues las temáticas son costumbristas, los personajes representan estereotipos populares o frívolos, y la dirección escénica es muy sencilla. Esta actividad teatral se ha nutrido con los sainetes y demás corrientes de la sátira teatral española. Además, se ha enriquecido con lo mejor del teatro bufo cubano. Por eso, aunque en la acción intervengan otro tipo de personas de distinta condición social, los verdaderos protagonistas de la comedia pertenecen al pueblo, son indios de las haciendas y «mestizos» de las poblaciones del interior del Estado o de los barrios de Mérida. Otros personajes que figuran en estas representaciones son los chinos y árabes, estos últimos designados habitualmente con el nombre de «turcos»(9).
A estos personajes siempre se les dibuja por el lado cómico y con las exageraciones de la caricatura. Los chinos -como don Daniel Herrera- aparecen, por lo general, como vendedores de verduras, encaminándose al mercado con las dos canastas colgadas a los extremos de una vara; y a los «turcos» -como don Mario Herrera- se les presenta dedicados al comercio ambulante de telas, llevando siempre la tradicional maleta de mercancías y cobrando los «abonos» atrasados. El gendarme «mordelón», ignorante y astuto, también proporciona a los autores regionales escenas sumamente cómicas, que arrancan carcajadas a los espectadores. En las obras regionales yucatecas se ha adoptado casi exclusivamente la forma lírico dramática, que permite aprovechar las escenas de canto y baile. Contribuyen a dar más realce al espectáculo los pintorescos trajes de las «mestizas» y la forma tan peculiar como visten los hombres. Una de las particularidades que distingue a este tipo de teatro es la forma de hablar. Los «mestizos» se expresan a veces en su idioma original, y en otras en un castellano mezclado con palabras mayas, resultando un lenguaje pintoresco, con frases y modismos yucatecos; en cuanto a los árabes y los chinos, ellos también hablan el español a su peculiar manera(10).
A principios del siglo pasado fueron puestas en escena las siguientes obras con tendencias regionales: «La Mestiza»,»La Maestra Ciruela» y «El Hijo del Campo». Esas producciones se representaron en 1915 en el «Salón Iris». A partir de 1916 y durante varios años, la compañía de don Héctor Herrera E. se dedicó a interpretar exclusivamente obras regionales en el «Teatro Independencia»(11). En 1919 y 1920 la compañía de don Pepe Talavera puso en escena obras de la misma clase en el «Teatro Olimpia».
Por 1923 las empresas sustituyeron el teatro yucateco de costumbres populares con las representaciones del «rataplán» y el verdadero arte regional tuvo que refugiarse en las barriadas, en los humildes teatritos improvisados durante las ferias, donde se ofrecía al público diversión genuinamente regional.
En 1924 el teatro regional yucateco se enriqueció con obras de gran valor artístico cuando el maestro Gustavo Río Escalante presentó su ópera «Kinchí», de ambiente maya, y en 1928 estrenó la «Xtabay». También el poeta don Antonio Mediz Bolio contribuyó con su inspiración y su talento a fomentar el teatro regional y compuso «La Tterra del Faisán y del Venado», hermoso poema escénico que fue representado por la compañía por la compama de la actriz española Catalina Bárcena. Durante la temporada de 1934 se presentaron en el «Teatro Colonial» algunas revistas con asuntos costumbristas locales, y lo mismo presentó en dicho teatro la compañía de Don Héctor Herrera E. Como se obtuvo un éxito inusitado con esas obras, desde entonces esa forma de revista ha sido casi la única empleada. Estas producciones teatrales son presentadas en «tandas» -sketches- y se inspiran generalmente en los sucesos del día; a veces la exhibición de una película cinematográfica da motivo a una pieza, o un exitoso programa de televisión, como sucede actualmente. En ellas abundan los bosquejos de tipos y costumbres, la sátira social y el humorismo sano y regocijado. Entre las revistas presentadas por esos años, sobresalen: «Tunkules y Maracas», «En Tiempos de Don Olegario», «Hipiles y Rebozos»,» Oro y Sosquil» y «El Rosario de Filigrana».
La dinastía que ha hecho reír a 3 generaciones de peninsulares.- «La familia Chulim», escrita por el profesor Aristeo Vázquez Delgado, fue de esta época, y llegó a ser puesta en escena en la ciudad de México. El grupo de actores estaba encabezado por Daniel «Chino» Herrera.
Don Daniel Herrera Bates nació en Mérida en 1907. En 1925 formó su primera compañía para actuar en los teatros locales. En la ciudad de México trabajó durante 1 O años en la compañía · de Roberto Soto. Tuvo el mote de «Chino», aunque en un principio utilizó el de «Joseíto E k». En 1934 inauguró en Mérida el ‘Teatro Colonial» con su compañía. Realizó giras por el país y actuó en La Habana y España. Al regresar del extranjero se presentó por poco tiempo en el «Teatro Plaza» y luego fue copropietario del «Teatro Repertorio». En 1948 inauguró el «Teatro Yucatán» donde con anterioridad había instalado una carpa en la que presentó comedias y revistas. Posteriormente este edificio fue destruido por el fuego. En 1949 ofreció en el «Teatro Plaza» una temporada de tandas.
También montó el espectáculo de «Las Follies Yucatecas». En 1953 se trasladó al «Fantasio» donde presentó «Las Musas Regionales», «Alí Babá y los 40 henequeneros»,»EI viudo Alegre», «Yo tan:tbién soy cultivado»,»Buenos días, Don Tomás» (por el gobernador campechano don Tomás Marentes Miranda ).
Escribió libretos como «El Rosario de Filigrana», que musical izó don Rubén Da río Herrera Martínez sin ningún parentesco con los Herrera Bates. Participó en 35 películas, entre ellas: «Aventuras de un nuevo rico»,»Los buenos vecinos de Yucatán»,»Un yucateco Honoris Causa», «La India Bonita» y «El Gendarme Desconocido». En televisión debutó en 1956 en el programa de Nescafé, luego trabajó en «Fiesta Carta Blanca», y durante seis años en el programa «Raleigh». También hizo programas para la radio. Recibió la «Medalla Yucatán» en 1977.
DON MARIO HERRERA BATES
Don Mario Herrera Bates (1914-1986) se inició en el teatro acompañando las «tandas» populares que se presentaban en el «Teatro Principal» y luego trabajó en la ciudad de México en la compañía de Roberto Soto, en el «Teatro Abreu «. Se forjó en el género cómico junto a Alberto Catalá, Alfredo Varela y Mario Moreno «Cantinflas». En 1933 regresó a Mérida y se incorporó a la compañía «Atracciones Herrera» de su padre y hermano Daniel que funcionaba en el «Teatro Principal», hoy «Teatro Daniel Ayala Pérez»; al año siguiente la compañía cambió de nombre por «Encanto» e inauguraron el ‘Teatro Colonial».
Actuó en el «Circo Teatro Yucateco», «Teatro Plaza», «Teatro Fantasio» y «Teatro Variedades» (en el barrio emeritense de Santiago, a un lado del Cine Rex). Más tarde regresó a la Ciudad de México y se incorporó a la «Compañía del Teatro Follies» y trabajó junto a Mario Moreno, «Cantinflas», así como en los teatros «Lírico», «Margot», «Cervantes» y «Colón». A fines de 1952 regresó a Mérida y fundó las compañías «Teatro Plaza», y dos años más tarde la «Mario Herrera», trabajando en el «Teatro Variedades» hasta 1959. En 1943 formó pareja con su hermano Fernando (Cheto) y junto con , Ofel~a Zapata Carrillo (Petrona Ché) y Lucrecia Borge integraron la teatral familia Chulin, presentando la obra «Las aventuras de la familia Chulin». Representó a personajes como «Sakuja» (el que al cantar no puja, según aseguraba él mismo), «Dzitrillo» y el señor «Pec». «Sakuja», nombre artístico con el que desempeñaba el papel del turco yucateco, fue tomado de las primeras letras del nombre y apellidos de un personaje popular llamado Salvador Kuri Jatar. Don Mario actuó con Celia Acevedo Trujillo (Chela), pareja inicial de Cheto y posteriormente de Ponso (Wílberth Herrera). No podemos dejar de mencionar a don Adolfo González (El Mago del Serrucho ) que junto con «Cheto» y «Sakuja» formaron el trío cómico-musical de «Los Cocheros», remedo local del español «Los Concheros» (Por esa época en Champotón, imitando al grupo yucateco, se formó uno similar llamado «Los Lecheros», que fue integrado por los profesores Fernando Lanz Barrera y Luis Flores Barrera, y don Anastasia Castillo Navarro -Pistola-). El 2 de mayo de 1970 inauguró en Mérida, acompañado por su hermano Fernando y don Paco Miller, el Teatro que lleva el nombre de su padre «Héctor Herrera Escalante»: En 1972 recibió la medalla «Virginia Fábregas»; la «Eduardo Arozamena» en 1984, y la «Yucatán» en 1985. Un teatro ubicado en los patios de la «Secretaría de Protección y Vialidad» meridana lleva su nombre. El Ayuntamiento de Mérida y el Instituto de Cultura le hicieron diversos homenajes en vida por su trayectoria artística.
Don Fernando Herrera Bates.- (¿ -1981) Inició su vida artística a los 16 años en la compañía de su padre Héctor Herrera Escalante. En 1934 trabajó en el «Teatro Colonial», así como en el «Principal», y en la ciudad de México en el «Teatro Lírico». Dedicó su vida a la actuación en los escenarios y como empresario trabajó en sociedad con su hermano Mario. Su nombre artístico fue «Cheto» . Formó pareja en los escenarios con Celia Acevedo Trujillo «Chela», y durante 12 años con Ofelia Zapata Carrillo «Petrona».
HÉCTOR HERRERA ÁLVAREZ «CHOLO»
Héctor Leobardo Herrera Álvarez «Cholo». Nació el 12 de agosto de 1934 en Mérida, Yucatán y fue el tercer hijo de don Mario y de doña María Elena Álvarez de H. Debutó en 1950 con la obra «La familia Chulín» en el «Teatro Principal», donde actuaban su padre Mario «Sakuja» Herrera y su tío Daniel «Chino» Herrera. Sus primeras oportunidades en el gran escenario de la ciudad de México se las dieron Fernando Soto «Mantequilla» y su hermano Roberto, quienes dirigían el «Teatro Lírico» y hacían teatro de revista; así como el actor Manolo Fábregas, del que llegó a ser su asistente de dirección e incursionó durante ocho años en todo tipo de comedia: seria, melodrama y musical. Antes hizo teatro de comedia con la obra «El huevo de Colón» en el recién inaugurado «Teatro de los Insurgentes». Con Fábregas montó «Helio Dolly»,»EI hombre de la Mancha» y «Violinista en el tejado», obras musicales en las que también actuó. Como asistente de dirección de don Manolo participó en la obra «Cualquier miércoles» y asumió la dirección escénica de la obra «Cada quien su vida», de Luis G. Basurto, la cual llegó a cumplir cinco mil representaciones en todo el país. También participó como asistente de dirección en las obras «Descalzos en el parque», con Luis Manuel Pelayo, y «La pareja dispareja», con Mauricio Garcés y Fábregas. Trabajó con actores como Rafael Banquells, Enrique Rambal y su gran amigo José Gálvez, así como con los cómicos Osear Ortiz de Pinedo, Osear Pulido, «Pancho» Müller, «Polo» Ortín, Héctor y Alejandro Suárez, Susana Cabrera, «Chucho» Salinas, Héctor Lechuga, Enrique Cuenca y Eduardo Manzano («Los Polivoces»), etc.
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1 Las antiguas comparsas carnavalescas campechanas le añadieron La Reina, El Negro Candela, El Diablo, etc.
2 Durante su gestión teatral, el maestro Pérez y Pérez escribió las siguientes zarzuelas regionales, todas ellas estrenadas en Mérida: «La Maestra Ciruela», «Los Poblanos»; «Ellncendio»; «El Secreto del Capitán» , «El Filtro del Olvido», «La Jarjeta Roja», «Los Árboles» y «La Revancha».
3 Don Alejandro Cervera Andrade ( Alceran). 1900-1988.Médico, escritor e historiador, en su «Teatro Regional de Yucatán ( 1947) afirma que la compañía teatral de Talavera actuaba en los pueblos del sur de ese estado desde finales de 1910. El Dr. Cervera, en su faceta de fino humorista, escribió para el teatro regional: «Fatalidad», El Uinic Turista», «El Inocente», «Amor que redime», «El nuevo Doctor», «El Maestro Kulim», «Doña Pascua/a», «La Campesina», «¡Qué sabrosa vida!», «Aquí va a salir un pajarito», «La niña del resbalón», etc.
4 Don José Jalavera fue un prolífico autor teatral, y entre sus mejores obras se encuentran:» El Chico del Jacal», «Solicito Cocinera y Chichihua», «Maldito Divorcio», Santa Bárbara Doncella», «Honor de Mestiza», «La Venganza del Indio», «Xchepita Piña», etc.
5 Situado frente a la Plaza Principal, alfado del Teatro «Independencia» En este local se construyó parte de la actual plaza comercial «Gabriel Vicente Gahona -Picheta-«.
6 Esta actriz de teatro participó en 191 O en el Salón Jeatro «La Lonja», junto con sus hermanas Judith, /solina y Piedad Pérez y Pérez en obras teatrales dirigidas por don Francisco Gómez Rul. Escribió los sainetes «La llegada del Diputado» (1942) y «Tío de mi vida» ( 1943 ).
7 En 1935 escribió el sainete «Guerra a los Cómicos»
8 En esa misma compañía actuaban Mario Ceba/los, Hernán Vera, Armando Carmejo, Ernesto Arcea, Manuel Arce, Jovita Álvarez, Concha Cebada y Carmelita Flores.
9 Los primeros que explotaron este personaje fueron Armando Carmejo como el árabe urbano y Hernán Vera que interpretaba al árabe rústico.
10 Esa particularidad de/lenguaje aparece ya en el auto o misterio de «La Adoración de los Pastores», donde se encuentran los primeros vestigios de este teatro. Entre los interlocutores de dicha pieza hay dos indios que hablan lengua maya y dos negros que se expresan en un castellano difícil de entender. Pasado el tiempo los negros casi desaparecieron, y los chinos y los «turcos» ocuparon su lugar en el teatro regional.
11 Posteriormente fue el Jeatro «Virginia Fábregas» y el «Cine Novedades». En su local se construyó parte de la plaza comercial «Gabriel Vicente Gahona -Picheta-«.