En el año de 1902 el gobierno del General Porfirio Díaz despojó a Yucatán de 50, 000 mts2 para fundar el Territorio de Quinta Roo. Cancún es un lugar mítico, quizás desde los tiempos prehispánicos. En la Colonia era conocido como el Rancho de Cancún y es mencionado en algunas crónicas como el sitio donde se llevaban a cabo transacciones de piratas. En Tulum estuvo la última Cruz Parlante que tuvo como sacerdotisa a María Hilaria Ubica, jefa de los Cruzo, mujer legendaria por su condición de lideresa y su fuerza interior, características que nos muestran el feminismo de los mayas.  Stephens y los Plomean nos mencionan a Cancún. El hoy estado de Quinta Roo fue entregado a un grupo de millonarios del porfirismo radicados en la ciudad de México, claro que había entre los beneficiados un par de Yucatecos. Es sorprendente que nadie, absolutamente nadie en Yucatán haya protestado. Era un atraco tremendo, tanto más cuando que ya se habían hecho algunas inversiones extranjeras en lo que hoy es Quinta Roo. Quizás como en este territorio se fundó el pueblo libre de los indios de la Guerra de Castas, los blancos de Mérida no se interesaban por él. Sin embargo, después veríamos igual silencio: la expropiación henequenera y la venta forzada de las cordelerías.   

Pero fue hasta finales de los sesenta, cuando el turismo de masas ya se había incrementado, y solo contábamos con Acapulco, que se le encargó a don Antonio Enríquez Savingiac, junto con otros especialistas del Banco de México, seleccionar un posible destino entre Los Cabos, Loreto, Puerto Escondido, Huatulco, Ixtapa y Cancún. Digamos que eran los destinos que estaban considerados como viables porque en el gobierno del Lic. Luis Echeverría Álvarez pareció no dudar: Cancún era el mejor sitio porque esto ayudaría a toda la zona henequenera de Yucatán, tan deprimida y sin futuro alguno, en adición al empleo que ofrecería a los habitantes del Territorio de Quinta Roo.    Así es como se eligió Cancún que contaba con la cercanía a Chichén Itzá, ruinas muy atractivas ya para el mundo entero. A la historia le gustan las simetrías y los anacronismos. Vistas así las cosas desarrollar Cancún fue una surte de restitución histórica ante usurpación del pasado. La liquidación de Cordemex fue posible porque Cancún ofrecía el trabajo que capturó a todos los henequeneros desplazados.