Calle 60, Catedral del Centro de Mérida.
Durante siglos la ciudad de Mérida – y todas las de América Hispana – estaban hechas con estructura barrial. En torno a una plazoleta, que a un tiempo era parque, se establecía una iglesia, un mercado, cine cuando lo hubo, farmacia con médico incluido y escuela. En disposición concentrica estaban las calles. Eran un mundo paradisíaco donde no se requerían los automóviles: casi todo se hacía caminando. Pero he aquí que un día nos dio por imitar a los vecinos del norte y empezamos a hacer colonias fuera de la traza y sin estructura barrial . Caso muy especial es el de la colonia Alemán que tiene una gran vida por su estructura . La colonia México y la Campestre a pesar de sus parques no respetaron la autosustentabilidad. Terminada la Segunda Guerra mundial los norteamericanos nos dijeron : ustedes tenían la razón , nosotros nos equivocamos. Sin embargo nosotros hemos querido ser disciplinados : persistimos en el error. Lo incomprensible radica en que el 66 % del valor de un terreno se encuentra en su autosustentabilidad y su nivel humano: disponer de todo lo necesario a unos cientos de metros y que los vecinos puedan caminar. Si esto se lograra en una colonia los valores de los terrenos de llevarían . Por el contrario las colonias que se diseñan en forma lineal o caprichosa demeritan irremediablemente el valor de los terrenos. Somos tan curiosos: el costo de los autos erosiona la economía familiar sin embargos creemos que vivir lejos es vivir mejor, otra terrible falacia basada en la concepción norteamericana de los pioneros. Quien compra una casa debe cuidar estos puntos porque se trata del patrimonio de la familia.
