TOMADO DEL DIARIO DE YUCATÁN
Los grandes edificios de La Colonia fueron: La Catedral, La Casa de Montejo, La Ciudadela de San Benito, El Hospital de Nuestras Señora del Rosario, de los Juaninos, y el convento de Nuestra Señora de La Consolación, de las monjas Concepcionistas, hoy conocido solo como Las Monjas. Se puede aclarar: los tres últimos fueron grandes complejos, el más significativo de todos , y uno de los más significativos de México, fue La Ciudadela de San Benito, de la que hoy solo queda una vaga memoria y algunos vestigios que han sobrevivido en otros edificios. Hemos demostrado una indiferencia ante el derrumbe de nuestro patrimonio histórico. Solo nos quedan de estas grandes edificaciones: La Catedral, La Casa de Montejo y Las Monjas, las tres del siglo XVI. Sin embrago las dos primeras están muy bien cuidadas y gozan del aprecio de propios y extraños. Las Monjas , único convento de mujeres en la Península de Yucatán, se está viniendo abajo. Están dañadas las estructuras del gran complejo que iba de la 64 a la 68 hasta que fue destazado en tiempos de La Reforma y se abrió la calle 66 dándole por nombre Benito Juárez, primer prócer nacional que tuvo el privilegio de que una calle de Mérida llevara su nombre. El sotacoro – coro bajo- amenaza con venirse abajo , las instalaciones eléctricas están enredadas. Hasta hace unos días el semáforo de la calle 64 con 63 estaba conectado a la instalación de Las Monjas. Las escaleras al impresionante mirador están en estado ruinoso. Pero lo más grave se encuentra en muro de la calle 64 que está separado del resto de la estructura y puede venirse abajo.
El Diario ha hecho reportajes al respeto y se ha hablado del tema. Un alto funcionario del gobierno estatal le respondió al padre rector del templo: “ahora tenemos muchos gastos no podemos hacer nada”. Ciertamente había una página de internet, creo que ha desaparecido, en la que se hablaba de un “rescate” millonario de Las Monjas muy difícil de ubicar. Los templos son propiedad de la federación, sin embargo ni a nivel estatal ni a nivel federal hay una respuesta. Es fácil comprobar que el presunto “rescate” de más de veinte millones de pesos nunca se hizo. Pero esta falacia, haya venido de donde haya venido, no tiene ninguna importancia ante la inminencia de la situación.
Es imposible no hacer las preguntas: ¿Porqué no se atiende en la caso de Las Monjas? ¿Porqué se ha abandonado a la desgracia un edificio del siglo XVI? Las monjas se levantó como templo expiatorio: es decir ahí se expían culpas. Si algo no se hacen tendrán que expiar sus culpas tanto los que dijeron haber “recatado” el nobilísimo edificio como quienes han permanecido indiferentes ante su derrumbe.