La ciudad de Mérida tuvo trece arcos en los tiempos de La Colonia. Las iglesias de los barrios coloniales se encontraban en los límites de la ciudad: San Cristóbal y La Mejorada, Santa Anna, Santiago y San Juan. Existe la teoría de que algunos de los arcos vinculados a los barrios servirían para construir una barda perimetral que resguardara a la ciudad de Mérida. Sin embargo había otros arcos con carácter más ornamental. De norte a sur el primer era el arco era el de Santa Anna , en la calle 60 por 47; existieron tres arcos laterales: el del Camino al Paseo de la Alameda de Santa Anna, calle 60 por 49; El Paseo de Santa Anna, calle hoy llamada con el insípido y numérico nombre de 60.Este paseo se deslizaba de la Catedral al templo de Santa Anna. Otro arco se encontraba en la calle 60 con 53, también perteneciente al conjunto del flamante paseo. El arco de San José se encontraba en la calle 62 por 53. En la calle 60 , entre 53 y 55, se encontraba El Arco de Santa Lucía. En la calle 50 con 61 se encuentra el arco que se llamó San Antonio y hoy se le conoce como de Dragones. En la calle que va de La Mejorada a San Cristóbal existió una de las pirámides de Tho, los españoles la llamaron de San Antonio, de ahí el nombre de este nobilísimo arco, aunque esa calle era conocida como “El Imposible”. El arco que resiste los embates cotidianos y se encuentra en la calle 50 con 63 se llamó originalmente de Santa Cruz y hoy es conocido como del Puente. En otros tiempos abajo ese arco hubo una aguada y para cruzar la calle se construyó un pequeño puente. En la calle 65 con 58 existió un arco llamado “La Campaña”. En la calle 60 por 71 se levantaba el arco que se llegó a conocer como “El Arruinado”. La ubicación de este arco es significativa: marcó un de los límites de la ciudad. Al sur la ciudad tenía dos límites, el de la calle 69 , en San Juan, y el de la calle 71. En la 69 se encuentra el arco de San Juan. En la 63 con 70 se encontraba el arco de La Concepción , o XKul o “Truncado”. Esta sería una de las puertas del poniente de la ciudad, aunque el templo de Santiago se encuentra en lo que hoy es la calle 72. Quizás la otra puerta de la ciudad en el poniente se encontraba en la calle 61 por 70 , se le conoció como arco de San Sebastián, o Santiago o El Caído. Los arcos son un distintivo de la ciudad. Es una lástima no sean iluminados , habiendo tantos recursos técnicos, para mayor apreciación de los turistas y los ciudadanos. Al mismo tiempo , en ese proceso de amnesia que padecemos, no existen placas en los lugares don se levantaban los arcos de esta ciudad.