Hace unos días el Diario publicó una elegante crónica de don Jorge H. Álvarez Rendón sobre nuestra visita a Izamal . Fuimos a la Ciudad Santa a visitar a nuestro amable colega el Dr. Miguel Vera Lima. Me parece que Álvarez Rendón no narró la conversación que sostuvimos en el camino de ida. Todo empezó al hablar de la propiedad en el uso del español. Este punto nos llevó a la poesía. Evocamos el poema de García Lorca “Esa noche recorrí el mejor de los caminos/montado en potra de nácar/sin bridas y sin estribos”. La palabra  potra no existe en la lengua castellana, pero está usada con excelsitud. Recordé uno de los nocturnos de Xavier Villaurrutia, basado en una notica en la que se narraba que un criminal había dicho “la noche estaba silencia”; se oye estupendo, pero el poeta mexicano no quiso arriesgarse y no usó el innovador adjetivo. Este tema nos llevó al Romance y al octosílabo , metro clásico de nuestra lengua, aunque a veces es un poco monótono. Lorca lo usaba con una gracia expresiva única . Pero don Antonio Machado, en sus Proverbios y Cantares,  optó por otras formas. Las décimas están construidas con octosílabos pero deben tener una particularidad: a partir del sexto verso debe darse un cambio en la exposición del argumento. Lamentamos que muchos poetas jóvenes, y otros no tan jóvenes, se olviden de que la poesía no es asunto de contar sílabas sino de ritmo, es decir: de acentuación.  Muchos de ellos desconocen los ritmos clásicos de nuestra lengua y pretenden hacer sonetos. Álvarez opinó que seguramente Sor Juana no contaba sílabas : confiaba en su oído. Desde luego que la poesía medieval del español se centraba en la versificación irregular  , pero con ritmo. Contar y cantar, como decía Octavio Paz. Don Jorge me dijo que hizo un estudio comparando el poema Entre la Piedra y la Flor , escrito por Octavio Paz en Mérida, y Mi Tierra es Mía, de don Antonio Mediz Bolio. La superioridad del Nobel mexicano es notable, a pesar de que Mi Tierra es Mía es el poema más logrado de don Antonio.

NOTA AL MARGEN:  Pedro Infante, el actor más popular de la historia de México, se mató un trágico  accidente aéreo en Mérida y se le ha levantado una estatua. Paz vino a fundar una escuela para trabajadores a Mérida , aquí escribió uno de sus más importantes poemas. Solo un turno de una escuela secundaria lo recuerda. Esto dice mucho de nuestra ciudad .

 

Cité a don Luis María Anzon:  el siglo XVI fue de la poesía, el XVII del teatro, el XVIII del ensayo, el XIX de la novela y el XX del periodismo como género literario. Don Luis María fue director del ABC de Madrid, sin embargo cuando visité España por primera vez me sorprendió la superioridad del Diario de Yucatán sobre el gran periódico español. Tanta fue mi sorpresa que me traje un buen número de ejemplares para compararlos con ediciones del Diario. Es una lástima que la poesía se haya dejado de leer desde hace más de un siglo. Sin embargo quien quiera conocer la historia y la naturaleza de un pueblo tiene que leer a sus poetas, esto en adición a que es el gran ejercicio de la imaginación y por tanto un estímulo para el desarrollo: los artistas son los líderes de la sociedad.  Para entonces ya habíamos llegado a la ciudad “del rocío que cae del cielo”.