En el año de 1938 se fundó la compañía paraestatal que se ocuparía de la producción, desfibración y venta del henequén. La burocracia suplió a los hacendados y las casas exportadoras con las consecuencias previsibles. En el mismo año de 1938 fueron expropiadas las plantas desfibradoras. Sin embargo las devolvieron en el año de 1942. Su evolución es otro dato importante en la historia del henequén: en 1927 existían 628; en 1943, 354; y en 1956, 269. Henequeneros de Yucatán existió hasta 1955 y fue el organismo que manejó la economía del Estado.