Pan de Muertos.

El Pan de Muerto es relativamente nuevo en las mesas yucatecas. Para nuestro paladar resulta un tanto insípido. Tiene otra particularidad : pretende evocar una calavera con sus adornos. Nunca entre nosotros han tenido mayor éxito las calaveras de azúcar.  Los aztecas eran antropófagos , de ahí su tolerancia ante estas evocaciones culinarias. En la antropofagia encuentro el gusto de los habitantes del altiplano  por una amplia variedad de tacos: ojo, cachete, trompa, Nana ( matriz), lengua, rabo, criadillas , entresijo y demás . De suyo el pozole es un plato antropofagico que se hacía con las » tuchas » de los vencidos. Había un ritual para comerse a los vencidos.El día de muertos supone  que los que están en el otro mundo vuelven a la tierra y comen  como seres vivos. Pero en el Pan de Muertos se nota lo contrario: los vivos se comen a los muertos. Mito, por lo demás, muy mediterráneo que no fue muy mal visto por los españoles. A pesar de esto nosotros somos ajenos a esta practica: recibimos a los muertos en el Reino de los vivos y les ofrecemos lo que les gustaba . Está costumbre es fascinante: tiene resonancias del paraíso, ese sitio en que algún día estaremos todos juntos y felices.