Tuve una amena conversación con David Toscana , premio excelencia en las letras José Emilio Pacheco. Empecé comentándole qué José Emilio tenía sus raíces en Campeche pero que también tenía una tías en Mérida. Después de este premio te pueden dar el Cervantes . “ Antes habría que dárselo a Juan Villoro, a Carmen Bullosa y a Cristina Rivera Garza “, me contestó con gracia. Nos concentramos en un diálogo sobre el cuento y la novela. Según María Esther Vázquez, seguramente influirá por Borges, con el cuento nace la narrativa en prosa y “ ya que todo termine el cuento será lo último “. Borges decía que salvo Dickens, Contad, Dovstoyesky, Cervantes y algunos más, no podían existir novelistas que produjeran obras sin ripios . David me contestó con lucidez : la novela , desde el siglo XIX, ha creado con los grandes caracteres que han trascendido. Hablamos sobre el Boom Latinoamericano y eso nos llevó a Carlos Fuentes. Expuse mi punto de vista: su mejor obra, que es una pequeña obra maestra, Aura está señalada como un plagio. Asimismo evoque lo dijo Noé Jitrik sobre Los Años con Laura Díaz: “ parece que Carlos Fuentes nunca ha tenido experiencias literarias “. David habló de la Muerte de Artemio Cruz y , desde luego, La Región más Transparente. Andando por las vías de la historia de la literatura en México hablamos de Juan José Arreola y El Guardagujas y , desde luego, de Pedro Páramo y Juan Rulfo, “ basta una obra para conquistar la eternidad “, dijo. Añadí un nombre : Elena Garro. Pero a pesar de estos nombres México  carece de grandes narradores como Borges, Bioy, Cortázar, García Márquez, Mario Vargas Llosa  y otros tantos. En México existe una tradición de acudir a las técnicas de artesanía literaria, hable de una excepción: Mario Bellatin. Hay que concluir que no es justo esta afirmación , al menos cuando se está hablando con narrador de la talla de David Toscana.