Hace algunos años abrió sus puertas una panucheria junto a una exitosa taqueria en la Prolongación del Paseo de Montejo. Cruzamos apuestas, no por quien iba ganar el mercado,  sino por el tiempo de supervivencia del expendio de nuestra comida típica. Y es que en realidad los PANUCHOS y SALBUTES son una forma de comer.  De manera inexplicable ha prevalecido la versión de los rellenos de pavo, tomate, lechuga y cebolla. Está combinación a más de ser forzada enfrenta fríos y calientes en forma inconsecuente. En realidad las versiones en el pasado eran de calabaza frita con queso blanco o la simple de huevo duro. En el mercado Lucas de Gálvez las versiones del escabeche oriental y del relleno negro prevalecen sobre la impostura del pavo, tomate , lechuga y cebolla. En realidad los panuchos y salbutes pueden ir rellenos de lo que sea : cochinita, lechon , poc chuc , ropa vieja, etc. La monotonía a la que se le condenó ha dado como resultado su virtual desaparición ante el taco que tiene unas décadas de haber aparecido en Yucatán. Si rompemos el  hechizo de que han sido víctimas nuestros antojitos típicos los convertiremos nuevamente en protagonistas de nuestras mesas.