Desde los tiempos de La Colonia se fabricaba almidón en Yucatán usando la llamada yuca brava. Esta producción continúo a lo largo del siglo XIX usando métodos rudimentarios para conseguir el polvo.  En 1845 se producían 5000 arrobas en Tizimín, algo más que lo que se producía en Izamal. En la segunda mitad del siglo XIX en Espita se dio  una producción importante en la planta de don Quirino Peniche en la hacienda Tzitzilá. La marca era QP y no solo se hizo famosa por el almidón sino también por el azúcar que producía. En Calotmul don Quirino tenía una planta productora de almidón de yuca. También eran renombradas las fábricas de almidón de Fermín Irabien en Valladolid, Francisco Rejón Espíndola en Tizimín y Juan Palma en Calotmul. En 1890 existían en Tizimín y sus alrededores 34 haciendas y ranchos dedicados al cultivo de la yuca y a la producción de almidón. El almidón se exportaba con mucho éxito a Cuba. Existía otra variedad: el almidón de sagú, sin embargo está fécula era utilizada para la alimentación humana.