EL MUSEO DEL MERCADO

Los mercados son museos vivos. Ahí se puede descubrir costumbres y creencias de los pueblos. Ahí están los colores de una ciudad, palpitantes en las flores, las frutas y las verduras. Se puede inferir lo que come la ciudad y también en lo que cree. Se comen las tradiciones.Me cautiva la cantidad de santos  que ofrecen en variedad de tamaños.  La ciudad se desarrolla con las colonias, una engendra a otras y así sucesivamente. Así se crean las genealogías de las colonias que son nueve. Las genealogías nacen vinculadas a un barrio colonial, excepción hecha de las genealogía del sur que nace en Los Cocos , esta  está vinculada al centro de la ciudad. Así los mercados municipales recibían algo más de seiscientos mil visitantes diarios , algo menos transitaba por otrora Paseo de las Bonitas, devenido en calle de Los Hidalgos y concluido en la Calle Ancha del Bazar. Los mercados municipales fueron victimas del COVID y del alejamiento de los paraderos de camiones . Así, el día de hoy , los mercados reciben un poco más de doscientos mil visitantes . La diferencia de clientes está comprando en otro lado. Pero puede ser que “ los hijos pródigos “ vuelvan a transitar por los pasillos de los mercados realizando sus compras cotidianas. Hoy se ven turistas paseando, comprando e interrogando con gestos , balbuceos y sonrisas a los entusiastas mercaderes. Toda la zona es cautivadora, desde el segundo piso donde se han hecho arreglos para atraer a los turistas extranjeros, nacionales y locales se puede contemplar El Portal de Granos y el museo de la ciudad. Se contemplan los siglos con los espíritus de la Fortaleza de San Benito y la pirámide que le antecedió.