Originalmente, la Porciúncula es la pequeña capilla que san Francisco de Asís levantó con sus propias manos en una llanura cercana a su pueblo natal.
En 1214, el papa Honorio III concedió una indulgencia plenaria a todo aquel que –en estado de gracia – entrase a la capilla y rezase dos credos y dos padresnuestros.
Con el tiempo, por deferencia al santo de Asís, la indulgencia se extendió a todas las iglesias franciscanas del mundo.
Ese día, los fieles podían obtener la indulgencia absoluta de sus pecados y también – añadido del siglo XV – rescatar del Purgatorio a cualquier pariente o amigo.
La única condición: cada difunto requería un ingreso particular al templo franciscano. Así que, si alguien pretendía obtener el perdón para cinco amigos debía entrar y salir otras tantas veces. No era posible el “paquete”.
Cuando era niño iba a la muy franciscana Mejorada el 2 de agosto, día de la Porciúncula, y el padre Ojeda me sentaba en la puerta con una palangana para recibir donativos de los numerosos fieles ( en ese tiempo, se entiende) que acudían para aprovechar la indulgencia. No era raro escuchar diálogos tan curiosos como el de doña Rita Milán y doña Genoveva Rosado.
-¿Acabas de llegar, Milita?
– Nooo, vine como a las ocho…ya llevo seis.
-Me ganaste…Lo que pasa es que anoche dormí tarde preparando el adorno para las velas de la procesión de esta noche.
-¿Cuántas velas terminaste?
-Hasta ahorita, setenta y seis…
-¿No te ayuda Chencha?
-Ojala…Desde el martes se fue a su pueblo. Está mala su tia Charo. ¿Y a quienes ya sacaste?
-Primero a Paco Echeverría, que ya viste que amable era con nosotras. Después, saqué a Julita Lizarraga…
-Ay, Milita, esa la saque yo el año pasado.
-Bueno, pues sea por si acaso…Nunca esta de más reafirmar las cosas.
-Yo quiero sacar hoy a Pedro Toledo
-¿El hermano de Margot?
– Ese mismo. El que era camionero. En otros tiempos me llevaba al baile en el salón Esmeralda, donde tocaba la orquesta del Jazz Medina.
– Lo malo es que yo le prometí a Margot que sacaría a su hermano.
-¿No me digas que ya lo hiciste?
-Eso iba a hacer ahora. Salí un ratito después de sacar a doña Esperanza Rodríguez.
-No seas mala. Déjame sacarlo yo. Dame ese gusto.
-Está bueno, sácalo. Nada más no le digas nada a Margot.
-Descuida. Nos vemos en la noche. Ave Maria, Purísima
-Sin pecado concebida.
Almas, almas, almas
Vuelen sin recelo
Que una mano santa
Se las lleva al cielo