Nació en Mérida, Yucatán. Fue hijo de un hombre sencillo, don Julio y de una esforzada maestra, doña Chela. Estudió en el Colegio Montejo donde se convirtió en el alumno modelo. Fue presidente de la Acción Católica y residió en la ciudad de México.
Obtuvo una beca para estudiar filosofía en Friburgo. Se fue casado con una joven: Julieta López. De regreso a Mérida dio clases en el Colegio Montejo y trabajo en el Diario de Yucatán. Orador extraordinario ya había producido un legendario discurso durante la campaña de don Víctor Correa Racho, El Torcido. Revivió al PAN en Yucatán y fueron sus discípulos cercanos: Miguel Gutiérrez Machado, Luis Correa Mena y Manuel Fuentes Alcocer. Contendió por la gubernatura contra el general Alpuche Pinzón. Trato de protestar con López Portillo por lo desaseado de la elección y le respondieron a trancazos. Carlos fue un protagonista de la transición en México. Pero su gran aportación fue la introducción de la fraternidad, ya se habían aceptado la igualdad y la solidaridad, pero se requería entender que sobre cualquier partido esta México y los miembros de los distintos partidos son colegas adversarios. Para Castillo la política era el arte de vivir en sociedad. Murió muy joven y su muerte fue una perdida para el país.