Desde hace meses vengo padeciendo la sustracción de dinero de mi cuenta bancaria en este banco, tras un golpe me cancelan la tarjeta de débito y me envían otra. Contraté un servicio de Notificaciones de cargo y así supe de unos cargos a mi cuenta que no había hecho. Fui a mi sucursal y fue imposible que alguien en México nos informará de la naturaleza de esos cargos. El caso es que me cancelaron la tarjeta de débito aunque me siguen notificando cargos. Es algo que parece diabólico, aunque en el fondo solo se trate de un robo organizado desde las entrañas de esa banda de ladrones. Al menos incurren en el delito de no dar la debida atención a lo que ofrecen: custodiar el dinero ajeno. Quieren trabajar con máquinas que hablen como hombres y hombres que hablen como máquinas, cuyo propósito es confundir al cliente y no dar servicios. Es imposible que un banco trabaje sin tener un rostro humano capaz e inspirar la fiducia, la famosa confianza que antes buscaban los bancos. Puede ser que lo que persiga es dar golpes a millones de cuentahabientes y lograr utilidades que provienen del robo y la malversación de fondos.