Don Javier Tejeda Donde, en un texto publicado en El Universal, alerta de una conspiración separatista en Yucatán, a partir del uso de la bandera yucateca, que es un símbolo nuestro desde 1841. Estas elucubraciones no dejan de ser curiosas, con aproximaciones a lo patético. La bandera nacional tiene como símbolo el escudo de México-Tenochtitlan. Nuevo León, Coahuila, Sonora, Zacatecas, Veracruz,  Chiapas y gran parte del país nada tiene que ver con esa venerable imagen. Más aún: la misma ciudad de México le da nombre al país, algo infrecuente  en el mundo. La palabra que define nuestra vida pública desde hace siglos  es: centralismo. A nadie se le antoja ver lo que hay detrás de la bandera nacional. Tampoco se entiende el deseo de reivindicar una identidad, derecho que tienen todos los pueblos de la tierra. Nadie en Yucatán  está urdiendo una separación de México, el que lo piense estará  viendo-leyendo- las noticias de España. Creo que Yucatán tiene urgencia de exaltar todo lo que lo define. Y defenderlo, también. Nada puede haber de censurable en esa forma de amar la tierra en que están enterrados nuestros muertos y desde la cual vemos cada nuevo día.