SERAPIO RENDÓN, DOS VECES MÁRTIR

Por: Gonzalo Navarrete Muñoz

Hace algún tiempo mi amiga Eugenia Rendón Orendain me pidió que yo hiciera gestiones ante la Universidad de Yucatán para que editaran una biografía, ya elaborada, de su abuelo, Serapio Rendón Alcocer. Se iba a conmemorar el sacrificio de este diputado yucateco. El proyecto no se concretó. Algún tiempo después José Luis Sierra Villarreal me contó que  estaba haciendo una investigación sobre don Serapio . Le comenté la historia de Eugenia y convenimos que nos veríamos. Se cumplió la fecha: Eugenia visitaría Mérida y así fue como nos reunimos a comer. Nos acompañó mi hijo Patricio que vivió una  tarde muy intensa: la personalidad e historia de José Luis lo pasmaron . Eugenia, fotógrafa artística, tiene su encanto y mucho mundo, por eso resulta tan atractiva. La esencia de la conversación fue la vida y la muerte del tribuno por Yucatán. Eugenia y José Luis siguieron en contacto. Así es como hace unos días José Luis me ha hecho llegar el volumen del que he tomado el título de esta nota. El libro es un gesto de reivindicación histórica. Bien dice Sierra : a pesar de las similitudes con los crímenes de Madero, Pino Suárez y Belisario Domínguez , cuyas memorias se veneran, a Serapio Rendón se le mantiene en el olvido. Empezamos por sorprendernos por la lista de contemporáneos de don Serapio: Adolfo Cisneros Cámara, Gonzalo Cámara Zavala, Roberto Casellas Rivas,  Delio Moreno Cantón y algunos más , todos anti reeleccionistas: José María Pino Suarez , Joaquín y Antonio Ancona Albertos y el poeta José Inés Novelo. Don Serapio , casado con doña Pilar Ponce Cámara, se enfrentó jurídicamente con los hermanos Molina Solís y con uno de los miembros más prominentes del clan, don Avelino Montes Linaje. Incursionó en la política y llegó a diputado federal. Desde su escaño se opuso a los movimientos traicioneros del chacal Victoriano Huerta. El día que pronunció un discurso defendiendo el derecho de los diputados a hablar libremente cenó en casa de doña Clara Scherer de Scherer en compañía de otros amigos. Saliendo de la cena fue secuestrado y posteriormente ejecutado vilmente. A pesar de su actitud valerosa ha sido ignorado, al punto de que se instauró otra medalla : la del diputado Neri, que solo fue secuestrado. Verdad es que Serapio Rendón  ha sido ignorado en México y aunque en Mérida hay una colonia y creo que una escuela que lleva su nombre, el libro de Sierra Villarreal es un desafío a nuestras autoridades y a nuestros representantes en la cámaras. En una sociedad ligada a los falsos conceptos de felicidad y de éxitos, ambos a menudo perniciosos, urge destacar figuras como la de Serapio Rendón que creyó que valía la pena luchar por el bien común. La entrega de Rendón no es un tributo a su época , es un acto de oblación por la humanidad. No entenderlo y no ponerlo en el centro es despreciarnos  a nosotros mismos.