Por Carlos R. Menéndez Navarrete, actual director general del Diario de Yucatán, quien hace cincuenta y cinco años escribió estos versos al salir del Colegio de Belén, en La Habana, Cuba.
A LA VIRGEN DE BELÉN
(Despedida de un graduado)
Recuerdos del ayer, dulces y amargos,
Desfilan ante mí y a pasos largos
Componen el poema del adiós
Poemas de unas almas juveniles
Que ofrendan a tus plantas los abriles
Que vieron al amparo de tu amor.
Y la hora al llegar de la partida
Me late el corazón, mi despedida
En lágrimas se vierte ante tu altar ,
Y al mirarte llorar, los que nos vamos,
A tus plantas sagradas te juramos
Que siempre en nuestras almas has de estar.
Los triunfos y las glorias son visiones,
Se quedaron atrás las ilusiones
Que animaron nuestra era colegial,
Los juegos y los cantos y alegrías,
Pertenecen al albur de los días,
Que ya nunca jamás regresarán.
En las flores de mayo, las canciones
Te ofrendaron aquellos corazones
Que por ti para siempre han de latir,
Y si lloramos Madre, tu no llores,
Que otros triunfos y risas y otras flores
Han de llegar de nuevo para ti.
Lentamente recuerdos van pasando
Y en los ojos de todos van brotando
Las lágrimas postreras, la aflicción,
Mis versos son el eco del cariño,
Que sentimos por ti, desde que niños
Vinimos a buscar tu protección.
Y al salir solamente te pedimos
Que tus gracias que siempre recibimos
Nos dejen un recuerdo de tu amor,
Y al dejarte llevamos en el pecho
Un nido para ti de flores hecho
Que tenga para dos un corazón.
Adiós Madre del alma, tus graduados
Se marchan de tus brazos y postrados
A tus plantas te ruegan al partir ,
Que al dejar el colegio nos llevemos
En el pecho tu imagen, que te amemos,
Que vivamos contigo y para ti.
Adiós, quiero decirte que te quiero
Decirte mare que sin ti me muero,
Te necesito para ser feliz.
Tu serás nuestro amor, tu nuestra guía
Y tan solo te imploro Madre mía,
Que te acuerdes de ellos y de mí.