Estudios etimológicos más o menos recientes establecen que en El Génesis se consigna que Dios hizo un solo ser. Ese nuevo ser fue dividido para que crecieran las diferencias entre los dos que tienen la misma esencia. De ahí que el matrimonio o la vida de pareja es la restitución del Orden Divino: ser uno solo. De ahí que sea tan venturosas las palabras del Papa Francisco: la mujer es la armonía del mundo, sin ella se rompe el orden y sobreviene el caos. Sojuzgar a la mujer es agredir a la humanidad, es degradar al mundo. Cierto es que Pablo estigmatizó a la mujer y lo hizo en el momento fundacional de nuestra civilización, de ahí que la lucha sostenida que va conducir siempre a la victoria. Una sociedad con mujeres libres es armónica, prospera y pródiga.
LA MUJER MODERNA EN LA TRADICIÓN OCCIDENTAL
