Ésta es La Casa del Aguacil, edificada en el siglo XVIII, aunque  varias veces remodelada. Debe su nombre a que fue la residencia del Aguacil Mayor de la ciudad, D. José Fernandez Cano y Bringas de Alvarado, y de su señora esposa, Doña Josefa Roo y Rodríguez de la Gala. Muchos son los destinos que ha tenido desde su construcción este noble predio colonial, siendo el que hoy lo identifica: el uso comercial.

 

Esta fotografía reciente de La Casa del Aguacil y de lo que fuera la Cárcel Pública en tiempos de la Colonia muestra una unidad en el conjunto. Prevalece la sobriedad colonial, aun en el recientemente remodelado Pasaje Picheta, consagrado a la memoria del grabador yucateco Gabriel Gahona, «Picheta», uno de los mejores de la historia de México.