UNA HISTORIA PERSONAL

Don Ignacio Milton Canto Canto, hijo de un hombre esforzado que supo trazarse una asombrosa línea de éxito que arrancó en las labores agrícolas en su pueblo natal y llegó a la fundación de una farmacia que se multiplicaría en un grupo de empresas, es el protagonista de la historia personal. He aquí los acontecimientos que iniciaron la historia: uno de los hijos don Milton tuvo un accidente de tránsito. Un taxista ignorando el señalamiento de un alto embistió el vehículo del joven Canto. Sin embargo, ambas partes llegaron al acuerdo de que cada una cubriría sus gastos. Días después del accidente el chofer del taxi acudió a don Milton: los costos tendrían que ser cubiertos por él y por lo tanto solicitaba su ayuda. Don Milton accedió y contribuyó con una parte. Días después hubo un nuevo requerimiento de colaboración que también fue atendido por el señor Canto Canto. Finalmente cubrió la totalidad de los gastos de la reparación del taxi aunque esto no lo eximió de atender la denuncia que había sido puesta contra su hijo. Las autoridades respectivas llegaron a la conclusión de que el joven Canto había sido culpable y tenía cubrir todos los gastos. Don Milton sintió la humillación del agravio, sin embargo su abogado le hizo una recomendación prudente: cubrir los gastos y evitarse problemas con el poderoso sindicato de taxistas. Así lo hizo el señor Canto y Canto que con este hecho llegaba a la conclusión que el país necesitaba un cambio. Tiempo después de este incidente el señor Eduardo Trueba, amigo de tiempo atrás del señor Canto, lo invita a unirse al movimiento cívico y político que encabezaba el Lic. Víctor Correa Rachó. Tras meditarlo y consultarlo con sus hermanos don Milton Canto aceptó la invitación. Su actitud valiente desencadenó una persecución que ha hecho historia. El señor Canto y Canto , en compañía de su señor padre, fue hecho prisionero a la vieja usanza: forzando expedientes y usufructuando la justicia. Tras dos semanas los señores Canto salieron libre. Un hijo de son Milton , por „confusión‰, estuvo detenido durante horas. Las empresas de los señores Canto sufrieron quizás el acoso más severo que las autoridades fiscales había desplegado en Yucatán.

UNA HISTORIA SOCIAL

Los años sesenta fueron años de cambios. Yucatán no fue la excepción. El punto de partida de la historia social de esta década fue las tentativas por el establecimiento del sistema de agua potable en la ciudad de Mérida. Este signo de modernidad urbana y de salud pública venía a desterrar la vieja costumbre del consumo del agua de pozo y de los centenarios aljibes. Como todo movimiento de esta naturaleza requería de la participación de la sociedad para cubrir parte de los gastos de infraestructura. Obedeciendo a una probada regla había una resistencia. Las causas de la resistencia , aparentemente iban en dos sentidos, los costos de las tomas parecían muy elevados y el hecho de que las calles quedaban profanadas por las profundas zanjas que se requerían para la tubería. El Dr. Francisco Salís Aznar desempeñó un papel estelar en este movimiento en el cual se busca un acuerdo con las autoridades para dimensionar los costos. La misma Cámara intervino ofreciendo sus servicios de intermediación. Se cuenta que el entonces presidente de la República, Lic. Gustavo Dáiz Ordaz, enterado de la resistencia de los habitantes de la ciudad de Mérida a las cuotas, profirió una expresión desafortunada: „pues que sigan tomando caldo de microbios‰. Esto no había sido suficiente para desatar el movimiento social que abanderó el Lic. Víctor Correa Rachó, abogado de la clase media, católico practicante y hombre de un gran carisma. Postulado por el PAN , don Víctor pudo encausar el gran descontento que desde la década de los cincuenta existía en Yucatán por el centralismo. Finalmente le candidato del PAN a la Alcaldía 1968 ˆ 1970 granó copiosamente las elecciones. Fueron integrantes de ese Cabildo histórico los siguientes personajes: Héctor Bolio Pinzón, Ignacio Milton Canto y Canto, Francisco Solís Aznar, Raúl Alayola Rosas, Porfirio Palma Esquivel y Miguel A. Díaz Herrara.

LA PARTICIPACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO

Hemos hablado de los feroces embates contra los negocios, y las personas , de la familia Canto y Canto. Sin embargo hubo momentos particularmente significativos: un día unos auditores se presentaron a la Farmacia Nueva de los hermanos Canto solicitando los libros contables para llevárselos y someterlos a una auditoría. El acto no guardaba ni la más mínima formalidad legal. Los señores Canto ya había notificado a la Cámara de Comercio los distintos atropellos fiscales de que habían sido víctimas. En tal sentido, en aquella ocasión, fueron bajadas las cortinas de la farmacia de los señores Canto, quedando adentro del establecimiento ellos y los señores auditores. La situación se había tornado de gran tensión. La farmacia Canto no se encontraba lejos del local de la Cámara por lo cual los directivos Cámara y otros socios salieron en auxilio de los señores Canto. En otro pasaje memorable, y ante la invasión de auditores al comercio meridano  -quizá con el mismo propósito: dar un buen escarmiento a todo aquel que quisiera apoyar a la oposición- la Cámara decide hacer una «huelga» de comerciantes y cerrar sus cortinas un día entero. Solo se distinguió una excepción: la casa comercial de don Richard Hedlund. La postura de la Cámara tuvo resonancia nacional y ha constituido uno de los pasajes memorables de su existencia. Su presidente, don Gustavo Reyes Bolio y todo el Consejo Directivo se mostraron dispuestos a defender los intereses del comercio organizado sin distinguir ideología o filiación política.

POSTURA ANTE EL ESTADO DE INQUIETUD EN LA CIUDAD

El 17 de junio de 1969 se convocó a una Asamblea General Extraordinaria de los socios de la Cámara de Comercio y Servicios de Mérida. Presidieron esta Asamblea los señores: Ricardo Bolio Gutiérrez, Raúl Casares G. Cantón , Alberto Casares Ponce, Arturo Ponce Alcalá, Enrique Cantarell Díaz, Héctor R. Bojóquez Molina, Leopoldo Cortés González, Gabriel Ricalde Medina y Antonio Ferráez Ruz, integrantes todos del Consejo Directivo de la Cámara, habiendo asistido también los señores Salim Abraham Dáguer y los licenciados Augusto Fernández Arce y Hernán Cetina Albertos, auditor , gerente y asesor, respectivamente. La Asamblea fue convocada a solicitud de algunos socios en relación con el estado de inquietud por el que atravesaba la ciudad. El 9 de junio de ese mismo mes y año, con el cobijo de las sombras de la madrugada, el gobierno estatal despojó al Ayuntamiento de la Policía Municipal, en medios de un cúmulo de agravios y hostilidades. Por la trascendencia de esta Asamblea y procurando dar una muestra de los integrantes de la institución, transcribimos a continuación la lista íntegra de los socios presentes o representados en la Asamblea:

Jorge Seijo Gutiérrez, representando a Cía. General de Comercio, SA, Cía. Mercantil Peninsular SA, Dipay, SA y Productos Solex.

Ramiro Carrillo Herrera, representando a Comercial de Vehículos SA.

Gabriel Ricalde Medina, representando a Proveedora Veterinaria, SA.

César A. Rosado Patrón

Enrique Cantarell Díaz, representando a Agencia de Viajes Cozumel, SA.

Ricardo Bolio Gutiérrez, representando a Casa Bolio, SA.

Raúl Casares G. Cantón, representando a Comercial de Víveres, SA.

Alberto Casares Ponce, representado a Automaya, SA y Disesel del Sureste, SA.

Eduardo Rosel Ramos.

Víctor M. Martínez.

Gonzalo Medina Duarte, representando a Drogas, SA, El Gallito SA, Corona de Yucatán SA y Proveedora Médico Dental, SA.

Armando Carrillo Tenorio, representando a José López Llieteras, El Cielo, SA, José Pérez Bel y La Literaria, SA.

Omar G. Díaz y Díaz, representando a Automotores del Sureste SA.

Juan Zoreda Ramos , representando a Refaccionaria Maya, SA.

Agustín Ramos C.

Jorge Dájer Fadel

Eduardo Toledo García

Rafael Combaluzier

Álvaro Torre Ponce, representando a Emilio Torre Díaz, SA.

Arturo Ponce Alcalá, representando a Inversiones de Yucatán SA

Jorge Canto Canto, representando a Farmacia y Droguería Mérida, SA, Canto Distribuidora, SA, Negocios, SA y Farmacias Canto, SA.

Rafael Cervera Ortiz, representando a Carlos Cervera Ortiz.

Gonzalo Castaldi Gamboa, representando a Gonzalo Castaldi Gamboa, SA.

Fuad Jacobo Eljure.

Tomás Celis, representando a Victoriano Cobo Sucrs., SA.

Víctor M. Ríos Covián, representando a Agropecuaria; SA.

Víctor M. Domínguez, representando a Distribuidora de Pinturas, SA.

Jorge Martín, representando a Joaquín Martín Bolio.

Rubén Arjona, representando a Peletería Castañeda, SA.

Francisco Ricalde Ricalde.

Benito Rosel Salas.

Carlos Gutiérrez, representando a Ildefonso Gutiérrez Solís.

Salim Abraham Dáguer, representando a Dina Renault Peninsular, SA y

Levy Abraham Achach.

Asís Abraham Dáguer, representando a San Francisco de Asís, SA.

Carlos Azarcoya, representando a Isabel Bolio de A.

Rafael Cervera González, representando a Ana Rosa Cerevera Ortiz.

Leopoldo Cortés González.

José Abud Jorge

Hernán Bautista Tenreiro.

Pedro J. González.

Luis E. Baquedano, representando a Llantas y Refacciones, SA.

Alonso Cáceres H., representando a Cereales y Víveres Selectos , SA.

Augusto A. Jorge, representando a La Casa Blanca, SA.

Héctor R. Bojórquez Molina, en su propio nombre y representando a la Copropiedad Hermanos Bojórquez Molina.

Hernán Cervera.

Arnulfo Aguilar C.

Francisco Álvarez Ancona, representando a Bertha Alcocer R. y Francisco J, Álvarez, SA.

José Chapur, representando a Almacenes Chapur, SA

Hernán Bautista, representando a Cía. Mercantil Peninsular, SA,

Distribuciones y Ventas, SA. y Cía. Merymex, SA.

José García de la Fuente, representando a J. García , SA.

Felipe Escalante M., representando a Escalante Tours, SA.

Diego Rendón H.
J. Manuel Martínez Álvarez.

Julio Martín

José E. Puga , representando a Gelitzy Puga Magaña.

José Bruno Gamboa Díaz.

Jorge Torre Loría, representando a Syra Loría De Torre.

Augusto Rincón, representando a Equipos y Riegos del Sureste, SA

Víctor Berny, representando a Ferreterías Berny.

Carlos Carrillo Tenorio.

Jorge Cámara, representando a Germán Struck, SA.

Rafael Vales, representando a Distribuidora Mercantil, SA.

Mario E. Aguilar, SA, representando a Alquiladora de Autos Yucatán SA y Renta a Car, SA.

Alfredo Loeza, representando a Baños y Mosaicos, SA y Rafael Espinosa.

Alfredo Dutton, representando a Dutton Hermaqnos, S de RL.

Enrique Reyes, representando a la señora Julia Campos.

Antonio Ferráez Ruz, representando a Víveres de Yucatán , SA.

Gustavo Reyes Bolio, representando a Centro Eléctrico del Sureste, SA,
Reyes Hermanos, SA y Philco de Yucatán, SA.

Mario Cáceres Bérnes.

Francisco Madariaga V., representando a Madariaga Hnos. , SA.

Guillermo García, representando a Abarrotes Mérida, SA.

Javier Gutiérrez Vargas.

Cristóbal Ponce, representando Central de Abarrotes del Sureste, SA

Víctor Gamboa, representando Cerveza de Barril, SA.

Armando Alamilla.

Alejandro Abud, representando a Almacenes Abud, SA.

José S. Rodríguez.

Roger Manzanilla, representando a Servicios Turísticos de Mérida, SA.

Oscar Pinto Reyes, representando a Sears de México, SA.

Se estableció que existía la representación que exigían los estatutos y se declaró legalmente constituida la Asamblea. En virtud del debate que se esperaba como consecuencia del motivo de la convocatoria, el presidente, Sr. Ricardo Bolio Gutiérrez, propuso que se nombrara un moderador de los debates. Se planteó a don Héctor R. Bojórquez Molina para desempeñar el papel, lo que fue aceptado. El señor Bojórquez Molina tomó la palabra y se dirigió a la Asamblea para que ésta decidiera si era conveniente o no que algunos de los asociados hicieran uso de sus grabadoras a lo largo de la sesión. Tras una amplia discusión la votación dio como resultado el que no se consintiera el uso de las grabadoras, por lo tanto todo aquel que hubiera llevado un aparato para estos efectos estaba obligado a depositarlo en la mesa de la Directiva. El cuarto punto de la Orden del Día era el que había motivado la reunión y fue redactado en los siguientes términos: „Discusión del punto solicitado por los socios de la Cámara respecto a la postura que se adoptará en relación con el estado de inquietud porque atraviesa la ciudad.

El primero en hacer uso de la palabra fue don Eduardo Toledo García manifestando que existía un clima de inquietud en la ciudad por los acontecimientos de los últimos días y que por eso algunos socios habían solicitado la Asamblea Extraordinaria. Don Felipe Escalante Marín indicó que aun cuando el comercio no había sufrido daños materiales en el renglón turismo, que es en el que trabaja, se resentiría cualquier anomalía que trastornara la vida de la ciudad. La situación podría llegar al extremo de que se cancelara la llegada de visitantes. El señor Escalante Marín creía conveniente que la Cámara exhortara a las autoridades para restablecer la calma en la capital del estado.

El señor Jorge Canto Canto hizo notar que se habían cometido atropellos contra las autoridades municipales, legalmente constituidas, y que por tanto había que tomar una actitud de franco rechazo a dichos actos y de apoyo al Ayuntamiento que había sido la víctima en estos lamentables sucesos.

Fue el señor Mario Cáceres Bernes quien opuso el argumento: la Cámara era una institución apolítica que agrupa a personas pertenecientes a todas las ideologías y que si algún comerciante deseaba hacer uso de sus derechos políticos debería hacerlo a través de los partidos. El señor Cáceres Bernés opinaba que al institución debería mantenerse al margen de todos los acontecimientos y evitar cualquier clase de exhortación.

El señor Raúl Casares G. Cantón, secretario del Consejo, pidió la palabra e hizo a los presentes una clara exposición de la postura que la Cámara fijó desde el primer momento en que se registraron los actos que motivaron esta Asamblea, una postura firme, apegada estrictamente a la ley y a los estatutos respectivos y que no deja lugar a duda o confusión; abundó don Raúl: que siendo una institución que agrupa a personas cuyo común denominador es la actividad comercial, legalmente tan solo puede ocuparse de asuntos de carácter comercial y de la defensa de sus asociados cuando éstos son injustamente atropellados. Abundó el señor Casares que a través de las distintas reuniones que han tenido lugar en la Cámara desde hace días el Consejo Directivo, con prudencia y verticalidad, ha mantenido el prestigio de la institución subrayando y reiterando, cuantas veces ha sido necesario, que la Cámara es una institución apolítica y que por tanto no puede tomar partido alguno, sino tan solo velar por la integridad del comercio organizado. Prosiguió el señor Casares G. Cantón con la parte medular de su intervención : el Consejo Directivo sí había actuado a lo largo de estos días de intranquilidad , pero lo ha hecho para pedir el restablecimiento de un clima de paz y de tranquilidad a fin de que pueda continuarse trabajando en pro del desarrollo económico del Estado y que para tal efecto se habían enviado telegramas urgentes al señor presidente del República, al señor secretario de Gobernación, habiéndose solicitado garantías al señor comandante del al XXXII zona militar, al gobernador del Estado y a los jefes de los distintos cuerpos policíacos de la ciudad. La exposición de don Raúl era determinante y parecía ponerle un razonable punto final a la tensión que podía existir entre los socios.

Don Ramiro Carrillo Herrera dijo que efectivamente el Consejo Directivo había puesto en práctica con prontitud las medidas razonables para evitar hechos que pudieran perjudicar al comercio de Mérida y por lo tanto estaba de acuerdo con la actitud asumida por el Consejo.

El señor Jorge Canto Canto volvió a hacer uso de la palabra para defender su posición. Por su parte el Señor Toledo hizo público su voto de confianza para el Consejo Directivo.

El señor Gustavo Reyes Bolio expuso que la Asamblea que debía tener en cuenta los objetivos que la ley señala a la Institución y que tan solamente actuando conforme a ellos cualquier resolución sería válida, ya que de actuar al margen de los mismos se exponía a que la Secretaría de Industria y Comercio suspendiera las funciones de la Cámara. El señor Reyes Bolio hacía notar lo anterior porque según él al intervenir en asuntos políticos la Cámara se alejaba de los fines por los cuales había sido fundada. Apoyando la actitud del Consejo hablaron los señores Jorge A. Seijo Gutiérrez, Gonzalo Medina Duarte y Hernán Bautista Tenreiro.

El señor Jorge Canto y Canto nuevamente se dirigió a la Asamblea pidiendo que esclareciera si los actos que tuvieron lugar, y el rechazarlos, se encontraban en el ámbito de lo cívico o de lo político, y si lo cívico estaba fuera del área de competencia de la Cámara. Apenas si se tiene que destacar que las palabras del señor Canto Canto fueron demoledoras: correspondía a la Cámara, como lo había hecho desde su fundación, el ocuparse de los asuntos de carácter cívico. A pesar de la clarividencia de esta histórica intervención de don Jorge, o precisamente por ella, la oposición prosiguió: don Rafael Cervera González pidió una moción de orden, manifestando que no venía al caso discutir respecto a la pregunta del señor Canto y mucho menos responderla, por lo cual el señor Cervera González pidió a don Jorge que retirara la pregunta, a lo cual éste se negó resueltamente.

El señor Omar G. Díaz y Díaz intervino con una gesto de prudencia: pidiendo un voto de confianza para el Consejo Directivo; con otro gesto, éste de espíritu práctico, propuso a la Asamblea que sí existía otro punto se expusiera o de lo contrario se pusiera el asunto a votación.

El señor Bojórquez Molina les solicitó a los presentes que definieran su posición a fin de proceder a la votación.

El señor Felipe Escalante Marín hizo la siguiente proposición: que la Cámara asuma una actitud concreta para que las cosas no pasarán a más y se restablezca el normalidad. Don Mario Cáceres Bernés insistió: la Cámara era apolítica y debía mantenerse al margen de estos asuntos. Por su parte el señor Manzanilla Cáceres sometió a la consideración de la Asamblea una proposición: que se haga ver tanto al gobernador del Estado, como al presidente municipal de Mérida, que como autoridades constituidas deben gobernar para todos y hacer a un lado actividades de orden político para que vuelva la tranquilidad a la urbe. Una vez más don Jorge Canto Canto intervino con dos propuestas: que se formule una comisión para entrevistarse con el señor presidente de la República para exponerle la situación, y la segunda hacer una declaración en el sentido de que el Ayuntamiento de esta ciudad ha sido objeto de atropellos por parte de la autoridad estatal. Quizás tratando de dar por concluida la sesión don Rafael Cervera González hizo una proposición: otorgar un voto de confianza al Consejo y que, al mismo tiempo, exhorte a las autoridades, en forma enérgica, para que propicien un clima de paz y seguridad.

Se procedió a la votación. La propuesta presentada por el señor Escalante Marín obtuvo un voto; la del señor Cáceres Bernés obtuvo seis votos; la del señor Manzanilla Cáceres obtuvo doce votos; la proposición del señor Canto y Canto obtuvo siete votos. Por último, la propuesta del señor Cervera González obtuvo setenta y ocho votos. Guardando las formalidades respectivas se dio por terminada una memorable Asamblea Extraordinaria.