He aquí la nota íntegra de aquel suceso, publicada en el periódico La Prensa, cuando Octavio Paz, Elena Garro, su hermana Deva y su esposo, Jesús Guerrero Galván, fueron a parar a la cárcel al defender a la República lanzando cantos y consignas cuando alguien gritó “¡Viva Franco!” Curiosamente los nombres de las hermanas Garro, Elena y Deva, aparecen equivocados: Elisa Ibarra por Elena Garro y Eva Ibarra por Deva Garro. Queda para la historia si se habría equivocado el reportero o si ellas dieron nombres falsos ante el escándalo de ir a parar a la delegación.

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Escándalo sonado en un restaurante céntrico al grito de ¡Viva Franco!

El relajo fue a parar a la delegación

Los lesionados, previa amonestación, se retiraron a sus domicilios y el resto pasó a jurisdicción del Juez Calificador

Dos hembras encarceladas por el mismo “mitote”

“Al grito de ’¡Viva Franco!’ se suscitó ayer, después de mediodía, un escándalo en el restaurante ’Pepín’, sito en las calles de Bolívar, resultando buen número de hombres y mujeres golpeados.

“Persona que se dice bien enterada nos informó que de continuo se han registrado mitotes en ese establecimiento, y otro que se encuentra en la planta baja, pues la clientela, en su mayor parte españoles, está muy dividida porque unos profesan simpatías al general Franco y otros le detestan. Ya son varios los casos en que vuelan por los aires los vasos, las botellas y aun las sillas, sin que intervenga la policía, porque inmediatamente se procura que todo pase ignorado.

“Pero esta vez la escandalera subió de punto, viéndose mezclados aun algunos mexicanos. Un grupo de individuos, acompañados de mujeres, ocupaban uno de los pullman, riendo y cantando a mandíbula batiente, a la vez que se repetían las libaciones. Y en aquel ambiente caldeado por el vino y las pasiones, de pronto se escuchó una voz estentórea que lanzó un: ¡Viva Franco! De otro departamento del mismo ’Pepín’ contestaron una injuria, y ese fue el preámbulo para que aparecieran las caras siniestras, las manos en alto y se vomitara una andanada de injurias y blasfemias, repartiéndose cuchufletas y aun estacazos.

“Esta vez no fue posible que la policía ignorara el lío interviniendo varios gendarmes que sacaron a hombres y mujeres sangrando, y a otros con las ropas destrozadas. La comitiva que se organizó hacia la 4ª. Delegación, era por demás pintoresca y le seguía la curiosidad de las personas que a esas horas transitaban por el centro de la metrópoli.

“Ante el personal de la 4ª. Delegación todos lo que pretendían es que no se diera mayor importancia a la batalla de que damos cuenta, repitiéndose como cantinela la declaración de los detenidos: ellos ignoraban qué había pasado, y los golpeados no sabían quién o quiénes les habían golpeado. Ante esa actitud, el Delegado dispuso que los lesionados, previa severa amonestación, se retiraran a sus respectivos domicilios, dejando únicamente encerrados a Octavio Paz Lozano, Elisa Ibarra de Paz, Emilio López Martínez, Eva Ibarra de Guerrero, Jesús Guerrero Galván y Ramón Verduzco.

“Y de que la gente de que se trata es brava no queda la menor duda, porque en cuanto las hembras se dieron cuenta de que el fotógrafo les disparaba la cámara, una de las inodadas (sic) se armó de un limpiauñas y por poco lesiona al redactor gráfico. A última hora fuimos informados de que los detenidos pasaron a jurisdicción del Juez Calificador, para que, previa multa, recuperaran su libertad”.