Hace treinta años Cordemex se encontraba en el kilómetro 7.5 de la carretera antigua Mérida-Progreso. Hoy el Paseo de Montejo ya se prolongó hasta donde se encontraba la siderúrgica y seguirá presuroso su camino sobre la carretera a Progreso. Lo cierto es que en el vasto terreno en que se encontraba la siderúrgica se ha empezado a promover un desarrollo de grandes dimensiones. Indiscutiblemente la zona posee un importante aforo vehicular, está en las inmediaciones de la descarga de dos grandes calles: Paseo de Montejo y la calle 60. Este vértice le ha dado a La Gran Plaza una vida de más de veinte años. Es tal el tránsito y lo bien dispuesto de los estacionamientos que La Gran Plaza sigue teniendo el liderazgo en la ciudad a pesar de las legítimas pretensiones de la Plaza Altabrisa. Empero las dimensiones de Vía Montejo, y el hecho de que se encuentre más expuesto, permitirán un desarrollo más ambicioso: habitacional, comercial y de servicios, esto eleva los valores de este espacio. Sin lugar a dudas la calle tomará niveles importantes en el momento en que el problema de vialidad sea resuelto. Hoy en día existe ya un conflicto con el tránsito de ese tramo, problema que se extiende hasta el edificio del Siglo XXI. Se puede decir la problemática se da del paso a desnivel del periférico hasta la glorieta del Siglo XXI. Si este problema no se resuelve es poco probable que el proyecto Vía Montejo tenga un final feliz, si se resuelve con acierto indudablemente que estaremos hablando de los terrenos comerciales con mayor valor de la ciudad de Mérida.