PITA AMOR, UN CASO MITOLOGICO

 

 

 

 

 

 

 

Debo a Michael Schuessler el libro con la más completa antología poética de Pita Amor. Este trabajo fascinante se concluyó  bajo la coordinación de Eduardo Sepúlveda Amor, sobrino de la poeta.  En el prólogo Michael se pregunta porque la obra de Pita ha sido un tanto ignorada. Ensayo una respuesta: Pita en un mundo de hombres  se atrevió a ser una mujer que hablaba claro y recio; era una aristócrata de apariencia frívola que parecía ajena a la poesía; no menos importante es aclarar que la generación de los Contemporáneos no vieron con entusiasmo ni a Rubén Darío ni a los clásicos españoles, lo que si ocurrió con la Generación del 27. Pita Amor vio a los clásicos y a Darío con una visión moderna y no sucumbió a ninguna vanguardia ni a la búsqueda de nuevas expresiones poéticas. Sus obsesiones  son desafiantes pero  pueden resultar un tanto repetitivas: Dios, la locura, el sufrimiento, la angustia, la soledad, etc. En los ochentas traté intensamente a Pita y me dejaba anonadado el contemplar a una mujer tan frívola, cubierta de abalorios, el pelo pintado y un lenguaje despótico, decir sus poemas tan dolorosos. Comprendí que todos esos afeites y esas posturas eran  formas de protegerse de todo el sufrimiento que la acosaba. Hay un riesgo en la poesía de Pita: que el lenguaje no sirva al poema, sino que lo opaque, lo hunda. No acaba de ocurrir en las décimas espléndidas y los sonetos bien logrados. Octavio Paz llamó a Sor Juana: la poeta del delirio racional, bien puede decirse de Pita: la poeta del delirio irracional y eso la hace ser más poética, trascendiendo a las reticencias  del lenguaje.