La Cocina es Cultura

embutidos

España siempre ha sido un gran consumidor de embutidos, sin embargo en los tiempos de la Inquisición una forma de descubrir a judaizantes y musulmanes era notar que evitaban la carne de cerdo. Los llamados «cristianos viejos» sí eran afectos a ingerir ostensiblemente los embutidos de cerdo. Entre los embutidos se distinguen las morcillas y los chorizos, y entre los salazones, los tocinos y los jamones. En México, en el Valle de Toluca, se dio el espacio propicio para la crianza del cerdo ibérico en tiempos de la Colonia. En lugar de las míticas bellotas fue el maíz del Valle de Toluca lo que alimentó al cerdo y de él provinieron los embutidos legendarios de Toluca. En Yucatán el embutido por excelencia es la longaniza, y en especial la de Valladolid. La nuestra tiene una peculiaridad: es ahumada, ofrendando así el sabor a quemado que es propio de la cocina maya y yucateca. De ahí que la longaniza se convierta en una suerte de condimento muy afortunado.