Don Chikri fue un inmigrante libanés que se casó dos veces: con dos hermanas. Se dedicó al comercio, distinguiéndose en la fabricación de trajes de novia. Su vasta prole ha sido destacada: su hijo Alfredo fue uno de los líderes de la comunidad Sirio-Libanesa en Mérida, fue comerciante y banquero reputado. Entre sus nietos ha habido un rector de la Universidad de Yucatán y uno de los empresarios contemporáneos más distinguidos y que lleva su nombre: Chikri Ambimerhi Bodib. Dedicado a las gasolineras, las grúas, distribución de gas y talleres de autoservicio, el Señor Abimerhi Bodid se distingue por altos estándares de calidad que establece en sus empresa; pero como parte de este culto a lo bien hecho, por lo cual ya es objeto de estudio en la universidades, se encuentra la característica de que sus gasolineras son las únicas en la ciudad que despachan completa la gasolina, hecho que se ha constituido en toda una referencia. En México no se vive un estado de derecho, se vive una extravagante protección a ciertos grupos privilegiados, uno de ellos es de los gasolineros que tienen un permiso para abusar. No es el caso del Sr. Abimerhi quien convoca a amplios sectores de la población a cargar en sus gasolineras.