Mèrida llegó al sueño de muchas ciudades: màs o menos pleno empleo, pobreza por debajo de la media nacional , un aire limpio, entre otras virtudes. Causa y consecuencia de nuestra paz. Uno de los pilares sobre los que descansa la ciudad es la microempresa. Nuestra historia y nuestra geografía nos llevaron a encontrar formas de subsistencia.
La ciudad de Mèrida tiene decenas de miles de microempresarios que hoy apoyan a sus hijos a crear sus pequeñas empresas, aunque hayan pagado cientos de miles de pesos para que vayan a la Universidad. En nuestro país la microempresa familiar no es alternativa , es obligación: no hay trabajo, no hay pensión y la muerte laboral ocurre posiblemente a los 40 años. Mèrida no ofrece trabajo sino calidad de vida para el que quiere venir a vivir.
De suyo las plantas industriales que vengan no deberían instalarse en la zona de Mèrida , sino en el interior del Estado. Ciertamente, desde la fundación de esta provincia su conocieron dos ciudades y el resto del territorio: Valladolid y Mèrida, como si fueran estados diferentes. De ahì las diferencias en muchos sentidos. Con la epidemia de Coronavirus las microempresas están sufriendo y muchas desaparecerán. Restaurantes pequeños, loncherìas, taquerìas, escuelas de idiomas, de ballet , de todo lo habido y por haber; los puestos de los mercados, los talleres de ropa y de reparaciones , etc; son víctimas sin contagio del Coronavirus. Los microempresarios están viviendo , y vivieràn, horas dramàcticas, ellos que dan empleo al 80% población en edad laboral .
Quizàs la ciudad de Mèrida va quedar lastimada econòmicamente tras este episodio que será mucho màs largo de lo que dure la enfermedad. La microempresa es de gran vulnerabilidad. En el 2008 The Economist publicò un esplèndido editorial: Small is Beautiful advirtiendo que sacando adelante a la micro y pequeña empresa se sacarìa a Estados Unidos de la crisis. La anterior admisnitraciòn municipal fundò el Centro Municipal de Emprendedores , la actual admistraciòn lo ha profesionalizado con notable reconocimiento a lo que significa para la ciudad.
El microempresario màs que crédito necesita fòrmulas para ejercer mejor su trabajo. En el futuro inmediato se requerirán mucha imaginación para impulsar a estas mujeres y hombres que trabajan de sol a sol y son los héroes anónimos de nuestra economía.