Don Bruno Cortés 

Es larga la lista de hermanos maristas que en los últimos cincuenta años han dejado su impronta en los alumnos del Colegio Montejo. Sin embargo, si un nombre pudiera representar al de todos sería el de don Bruno Cortés Ramírez, un varón de Dios, que con su talento y con su conducta ejemplar ha sido un modelo a seguir. Don Bruno encarna la historia que define a los maristas: «Caminaba un día en Señor por una vereda y sintió el olor exquisito de una flor, interesado tomó y descubrió que no era la del aroma, así tomó otra y luego otra hasta que se encontró una flor pequeña y casi insignificante: era ella la del delicioso aroma. ‘¿Qué es lo que quieres?’ Le preguntó el Señor a la flor y ésta le dijo: ‘Quedarme como soy’ «. Ese sería el caso de don Bruno y otros muchos maristas que, dueños de un talento extraordinario, no han pretendido la fama fácil sino el trabajo callado y trascendente que da testimonio del Jesucristo histórico y por eso contribuye a la transformación de las realidades temporales. Hace unos días , gracias a la generosidad del Dr Cesar Briceño, desayuné con don Bruno. El delicioso ejercicio de la memoria , don Bruno a sus noventa años goza de plena lucidez, nos llevó por años , sucesos , personas y personajes . Pero lo conmovedor es su fidelidad inquebrantable. En un mundo fugaz ,en lo que importa es el placer , asomarse a un personaje como don Bruno, dueño de una elegancia espiritual, es creer en la posibilidad de un mundo mejor.