Estas tres recetas constituyen una aportación de la cocina yucateca. Son legítimas y representativas de nuestra cocina. Recientes, si, pero muy nuestras. Los arrolladitos aparecieron al final de los cincuentas. Por ese entonces el pan para los sándwiches se hacía en tiras que se cortaban en cuadros para lograr los sándwiches . La panadería La Reina trajo unas máquinas de Cuba para elaborar ese pan. Pero he aquí que un día , para guardarlo en la nevera , hubo que hacerlo un rollo. Así fue como nacieron los arrolladitos que se rellenaron de queso con pimiento morrón y se cortaron en forma redonda. También eran comunes con paté de carne molida. Deliciosos, se convirtieron en asiduos de las fiestas. Años después  se empezaron a rellenar las barras del pan de sándwich y a cubrirlas con el queso y pimiento morrón: así nacieron los sándwichones, que ahora se rellenan de todo lo que se cree que le puede ir bien. Es ya un clásico de nuestra cocina, muy común en festejos y fechas señaladas . Otra creación de la cocina yucateca lo constituye las bolitas de queso rellenas de queso crema. La invención la hizo uno de los cocineros del hotel Holiday Inn. Un reparo es imprescindible: las bolitas de queso, hojaldradas, deben comerse calientes, así el queso derretido logra un sabor memorable. Las tres recetas son muy representativas de la cocina yucateca.