Viniendo de orígenes muy humildes, sobreponiéndose a las adversidades, Gustavo pudo estudiar contador privado. Trabajo con la familia Xacur y con don Antonio Ferraez Padilla. Se revelo como un comerciante extraordinario y construyo un imperio. Compro Los Leones de Yucatán por la pasión que tenia por el beisbol. Nunca perdió su sencillez y siempre vivió en su rumbo. Católico comprometido sirvió a su Iglesia y a todo aquel que pudo. Acción Nacional quiso que fuera su candidato a la alcaldía, no se pudo. Una vez porque se abstuvo y la otra porque ya padecía la enfermedad que solo lo hizo cambiar de vida. Gustavo fue y es un hombre elegido por Dios.