¡MUERA LA ITELIGENCIA !
Entre Víznar y Alfacar, en los albores de la Guerra Civil Española, asesinaron al poeta Federico García Lorca. Los militares sublevados vencieron a la República e inició lo que se llamó “La España Peregrina”. Los déspotas ven a la cultura y a la inteligencia como a dos enemigos que hay que combatir cruelmente. Es larga la lista de poetas exiliados a la cabeza de los cuales estaban don Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Podrán matar y exiliar poetas pero no podrán acabar con su poesía. En un verso de Pablo Neruda: podrán arrancar todas las flores pero no cancelar la primavera. Meses después en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, cuenta la leyenda, mientras pronunciaba un celebre discurso don Miguel de Unamuno, un general franquista gritó: “Muera la inteligencia”. Ese grito se oye en México, donde también se ha propuesto disminuir o acabar con la inteligencia. Ha declarado la señora secretaria de Cultura del Estado en torno a los violentos recortes federales a los programas que patrocina. No se le puede reprochar al Gobierno del Estado que enfrenta los retos apremiantes del hambre y la salud en medio de recortes y desapariciones de fondos especiales: vivimos un intenso estado de guerra entre la vida y la muerte. Verdad es que la cultura es la legítima infraestructura de un pueblo y que en nuestro caso ésta se convierte en seguridad, el resultado: el Estado es atractivo para las inversiones con lo cual se logra condiciones para el desarrollo económico. El caso de la Orquesta Sinfónica tan respetada a nivel nacional es revelador. Quizás la música clásica puede ser de la más popular : no exige conocimientos previos- como la lectura- y ni mayores requisitos que la sensibilidad. Son incontables los ejemplos a los que podemos acudir, solo citaremos dos casos mexicanos: el tema del Chavo del Ocho es La Marcha Turca de Beethoven y la canción mexicana más oída en el mundo es Bésame Mucho, conocida internacionalmente como Kiss Me Shuman, porque la música es Shuman puro. Esa popularidad de la música clásica colabora a que cumpla su función: revelar un misterio del universo. El arte tiene la misma función que la ciencia , solo que una le habla a la razón y el otro al corazón. El caso de la pintura es inquietante. Es posible que el Macay sufra también de agresivos recortes y vea perturbada su tarea. Cerrar el Macay sería un atentado a nuestro patrimonio y a la vida de nuestro pueblo. El Macay ha hecho más por la economía del Estado en los últimos 25 años que otros planes de desarrollo. Ya se sabe: los alemanes le deben a sus músicos y a sus filósofos sus niveles de producción; los británicos hicieron la Revolución Industrial por sus dramaturgos, sus poetas y sus pensadores; los Estados Unidos tienen espléndidos poetas, novelistas y escritores a quienes deben en mucho su prosperidad. Hay un grupo que ha secuestrado el poder y que pretende fusilar la cultura mexicana y enterrarla en un paraje como el que está entre Viznar y Alfacar. Convoco a Blas Otero:
Si abrí los labios para ver el rostro
Puro y terrible de mi Patria,
Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
Me queda la palabra.