Los Restaurantes en Mérida: El Perico Chicote, Mérida, Yucatán.

Restaurantes en Mérida: El Perico Chicote, casa que fuera de la Familia Peón, también albergó un bar llamado el Perico Chicote de ahí que se le ha llamado como el legendario bar madrileño.

En los últimos años del siglo XIX existían muy pocos restaurantes en Mérida, de un registro comercial de esa época extremos estos nombres: “América”, “América del Norte”, “Estrella de Oro”, “El Esmero”, “La Fonda del Catalán”, “Fonda el Nuevo Siglo”, “Hidalgo”, “La Lonja”, “París”, “Peninsular”, “El Porvenir” y “La Unión”. Casi en todos ellos se ofrecía un menú que tenía tres clases de especialidades: platos españoles, franceses y regionales; entre los primeros se destacaban El Caldo Gallego, que aparecía con frecuencia, El Puchero a la Madrileña, La Fabada , Los Callos y el Bacalao a la Vizcaína o a la Criolla; los segundos se distinguían por las salsas, las carnes cocinadas con vinos importados y champaña , la presencia frecuente de champiñones y espárragos; los nombres de los platos franceses eran variados aunque su origen se encontrara en un colegio de monjas de Burdeos donde alguna señorita yucateca cursó sus estudios, o en algún pequeño restaurante de París al que acudía con frecuencia una familia yucateca durante su estancia en la “ciudad luz”; el menú regional, al parecer, era muy atractivo, con frecuencia aparecían el Chocolomo, los Rabos Alcaparrados, el Escabeche de Valladolid, El Pollo Pibil, El Pavo en Kol , los mondongos, el Pavo con Achiote y los rellenos, blanco y negro, entre otros. Realmente la sociedad yucateca de principios del siglo XX era rural a pesar de su vinculación con Europa, esto no estimulaba la creación y el florecimiento de la industria restaurantera. En cambio desde principios de siglo existieron dos tipos de establecimiento, una de los cuales ha perdurado hasta nuestros días: las cantinas, o salones cerveza , y los “puestos”; estos últimos ofrecían tamales, empanadas, salbutes , panuchos , chocolate y caldos de pavo o de gallina; hoy podrá resultar sorprendente pero los caldos tuvieron una gran demanda hasta bien entrado el siglo XX. Los sándwiches que llegaron a Yucatán a principios del siglo XX se fueron haciendo populares hasta que llegaron al grado de justificar la especialización; los cortes de carne no resultaban muy sugestivos para los yucatecos de las primeras décadas del siglo pasado: traicionaban la idea, un tanto criolla, de que en la mezcla con los caldos condimentados estaba la exquisitez. Otro tanto se podrá decir de los tacos y la comida estilo el altiplano mexicano que hoy en día parece tener un gran éxito, como lo tiene en todas las capitales del mundo.

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