La maldita comedia mexicana

Gonzalo Navarrete Muñoz (*)

Con ella empieza el italiano: La Divina Comedia . Cuando Dante la escribió no se había inventado la imprenta. Así pues, las obras escritas incentivaban la memoria, esa era otra de sus funciones.

La Divina Comedia empieza un Viernes Santo en que Dante se encuentra con Virgilio, autor del La Eneida.

Virgilio guía a Dante por los nueve infiernos , después Beatriz, el arquetipo de las musas y la fe, lo conduciría por los cielos. En el último infierno, en el peor de todos, se encontraban los traidores, los seres más abominables de la fauna humana. El gobierno de la 4T pactó con un traidor, con un delator. Quizás un delincuente que debería ser juzgado por los caminos de la ley y no los de la política.

Y he ahí otro rasgo perturbador: los que se aliaron con un delincuente, son en muchas formas sus cómplices. Entre todos ellos han montado una Maldita Comedia para ocultar la catástrofe de los muertos por la pandemia, no solo somos el tercer lugar en el mundo sino estamos a unos días del “escenario más catastrófico: 60 mil muertos”, según dijo el mentado Dr. Hugo López Gatell en una proyección de lo que podía pasar en México.

Sin medicamentos

No hay medicinas para los niños con cáncer, ni tampoco para los enfermos de coronavirus; se han incrementado los feminicidios de una manera escalofriante; han aumentado los muertos por el narcotráfico; este gobierno ha gastado menos porcentaje del PIB para evitar la crisis económica que muchos países africanos. Este año vamos a tener una caída del Producto interno Bruto del 10% . Necesitaríamos cerca de 5 años de crecimiento del 2% para volver a la posición que teníamos antes de que esta pandemia llamada 4T llegara al poder, lo que se antoja improbable.

La deuda que dejó el gobierno de Peña Nieto fue del 46% del PIB, este gobierno la llevó al 53 % y terminaremos el año en el 56%.

Con una crueldad inexplicable este gobierno se ha obstinado en no defender el empleo y a los grandes aliados de cualquier gobierno: los micro, pequeños y medianos empresarios. “El que tenga que quebrar, que quiebre”, fue la sentencia histórica . Con esto, que considera una cualidad, se ha hecho un daño muy grande: recaudará menos impuestos, entre otras razones, porque los empresarios son agentes del gobierno: recaudan impuestos en su nombre, como ejemplo el IVA.

Se pretende vender “cachitos” de boletos para la rifa de un avión cuando millones de mexicanos no tienen ni qué comer. Para conjurar el drama en que han sumido a México montan esta Maldita Comedia, en el último infierno.

Se han comprobado fraudes, dineros mal habidos, tramas y actos de corrupción alrededor de este gobierno y queda inmutable, seguro de ser “una maravilla sin huesos: se cae y se cae y no se rompe ninguno”.

La Divina Comedia empieza con estos versos inmortales:

En el medio del camino de mi vida / Me encontré en una selva oscura / Es que la vía recta había perdido.

La Divina Comedia debe cumplir una de sus funciones pero en México: ejercitar nuestra memoria, reconocer que la elección pasado ha llevado a la Patria a una selva oscura. Y en las próximas elecciones evocar a Oliver Cronwell: “En el nombre de Dios, váyanse!!!”

Nota al margen: La Eneida es una obra prodigiosa que tiene una virtud adicional: en ella se describe lo que ahora conocemos como pizza.— Mérida, Yucatán.

gnavarretem@msn.com

Cronista de la ciudad