Impresión de la Guerra de Castas, una guerra sin fin. Acuarela del siglo XIX. Detalle. Museo del Pueblo Maya, Dzibilchaltún, Yuc.

Impresión de la Guerra de Castas. Acuarela del siglo XIX. Detalle. Museo del Pueblo Maya, Dzibilchaltún, Yuc.

LECTURA DE DOCUMENTO ANTE EL CONGRESO INTERNACIONAL «UNA GUERRA SIN FIN»

CENTRO DE CULTURA MAYA «MAAKAN XOOK»

Noj Kaj Sta. Cruz Balam Naj – Felipe Carrillo Puerto
Quintan Roo, México.

Señores:

Antes que nada, permítannos saludar este importante evento. Al mismo tiempo, queremos informarle que nos tomamos la molestia de pedirle a nuestro entrañable amigo Francisco Ligorred su amabilidad de poder leer estas líneas en su espacio que le han concedido en su Congreso, a quien autorizamos la difusión en los medios de comunicación, ya que es un evento al que no somos ajenos la tercera generación de herederos de la Guerra de Dios.

Bien, con el permiso de ustedes. Pensamos que la celebración de este congreso viene a darse en el marco de un acontecimiento histórico que se caracteriza por cumplirse este año de 1997, los 150 años del inicio de la Guerra de Dios, una guerra sin fin entre Ts’ules, blancos y mayas. Nosotros celebramos esta fecha tan importante para el pueblo maya, porque fue precisamente en 1847 cuando se recrudeció la más grande de las violaciones a nuestros pueblos indígenas mayas.

Con el llamado descubrimiento y conquista, como le llaman algunos, se dio principio a los intentos de [hacer] desaparecer nuestras culturas y religiones propias con la destrucción de mucha de nuestra sabiduría acumulada por siglos. Con la matanza de los abuelos durante el período de la guerra en cuestión, se demuestra lo permanente que han sido las violaciones y que los hijos de los blancos pretenden festejar con la llamada «Guerra de Castas».

El Centro de Cultura Maya Máakan Xóok junto con los abuelos de los Centros Ceremoniales Mayas en Quintana Roo, hemos logrado crear un espacio de reflexión acerca de lo que, para nosotros significan los 150 años de invasión, explotación, sojuzgamiento y discriminación de nuestros pueblos. Ese espacio es la celebración que cada 29 y 30 de julio realizamos en Tepich y al que se unen los abuelos y hermanos de Xocen, Kanxoc, Chichimilá, en Yucatán, y pueblos vecinos.

En este congreso, no pretendemos entramparlos en la discusión con nuestro humilde documento; lo que sí queremos es invitarlos a nuestro espacio de celebración y análisis, no sólo [a] la reflexión romántica como suele hacerse, y [que] después de que pase la fecha de la historia se olviden de los mayas que todavía sentimos en carne propia la guerra, la guerra suave, la guerra sin armas, la guerra del hambre, de la miseria, de las injusticias, la guerra sin fin.

Hay que recordar que la lucha de nuestros pueblos mayas resaltó el espíritu de libertad que los abuelos supieron llevar hasta los lugares más apartados de la Península, porque pusieron en alto nuestro origen, desde al Nohoch Tat (abuelo) Nachi Cocom y el inconmobible Jacinto Canek, hasta los indómitos Cecilio Chi, Jacinto Pat, Manuel A. Ay, Venancio Pec, Bonifacio Novelo, Florentino Chan, Bernardino Cen, Crecencio Poot (gobernador de los mayas durante el período de autonomía, 1851-1901), y tantos héroes mayas que dieron la cara al destino que nos impusieron los ts ‘ules. De igual manera, este levantamiento del 30 de julio tuvo como propósito recobrar la autonomía de los pueblos mayas y acabar con 300 años de opresión.

La historia oficial ha ocultado los verdaderos hechos históricos y ha opacado la valentía de nuestros pueblos, además, ha implantado su visión de la historia según sus intereses a través de los libros de Historia; nos hablan de la guerra en una forma romántica, que los mayas no pudieron ganar porque tenían que sembrar sus milpas, del triunfo del general Bravo en la ciudad santa cuando nunca hubo enfrentamiento y, lo más grave, el querer minimizar la importancia de Noj Kaj Sta. Cruz Balam Naj, llamándole Chan Santa Cruz.

En el inicio de nuestra historia de Resistencia Indígena, el levantamiento maya de 1847 es una luz, una señal, un ejemplo y un símbolo de lucha heroica de nuestros pueblos por la defensa de la libertad y la dignidad. Ya son SOS años de una gran historia de lucha de nuestros pueblos; durante todo este tiempo, miles de hermanos mayas han defendido de muchas maneras la vida la madre tierra, nuestro maíz y nuestra cultura.

Para nosotros, no es la fiesta oficial que esconde la verdad ante los ojos; para nosotros es recordar el valor de miles de guerreros indígenas mayas que pelearon para que no viviéramos en la miseria, el hambre, la discriminación y todas las injusticias que hasta hoy día sufrimos.

Conmemorar esta fecha es para conocer y reflexionar acerca de lo que significan estos SOS años de resistencia y de historia. Nos toca conocer cada parte de nuestra historia, como estos 505 años del inicio de la Guerra de Dios, y sacar lecciones que nos permitan construir nuestro futuro sin discriminación y despojo.

Los mayas somos un pueblo vivo y nuestras autoridades tradicionales son una Institución actual y no del pasado como se quiere ver, por ello aprovechando este espacio que amablemente nos han concedido, demandamos respeto a nuestros abuelos y los mecanismos que permitan nuestra participación en la toma de decisiones que vayan a afectar en forma directa o indirecta la vida de nuestras comunidades.

Como es de saberse, tenemos ideas y una voz que deben escucharse y, si esto no sucede, siempre estaremos preparados para otros siglos de resistencia educando en nuestras tradiciones a los hijos, preparándolos siempre para el renacimiento de nuestra grandeza antigua.

¡NOS SIGUEN GUERREANDO!

Leído y concensado en Noj Kaj Santa Cruz Balam Naj-Felipe Carillo Puerto, Quintana Roo.

Domingo 27 de julio de 1997.

Esperamos que estos pensamientos puedan ser incluidos en la minuta del Congreso.

Isidro Caamal Cituk
General maya

Marcelino Poot Ek
Comandante Maya

Esteban Xiu Kanxoc, Higinio Kauil Pat, Gregorio M Vázquez Canché, Crecencia Caamal Cauich, Toribio Pat Ake, Francisco Xiu Caamal, Gilberto Angulo Cen, Felipa Cetina Puc, Francisca, Caamal Cauich, Jesús Pat Uh, María Pat, Uh, Pedro Xiu Caamal, Primitivo Ciau Angulo, Susana Cauich May, Hilario Che May, Romualdo Be Chuc.