La azúcar se empezó a cultiva en Yucatán en tiempos de La Colonia. Fue el Dean de la Catedral de Mérida quien, a principios del siglo XVII, inició el cultivo en su hacienda San Pedro Chucuacxim. Tras La Independencia el cultivo se intensificó. En 1813 se declaró que se cultivaba caña en la provincia de Yucatán y que se consideraba tan buena como la de Jamaica, pero que se carecía de la maquinaria para obtener azúcar blanca de ahí que todo lo producido se volviera panela o aguardiente. En Valladolid se cultivó caña aunque la zona de mayor producción fue la de la llamada Sierra, que incluía los pueblos de: Ticul, Tekax, Peto y Bolonchenticul. También se hicieron tentativas importantes en Espita y Tizímin . En principio se cultivaba la llamada caña “criolla”, que era la de toda América. Sin embargo se introdujo una nueva variedad en el siglo XVIII: la llamada Otahiti, que posteriormente se cultivaría en todo México. Esta nueva variedad, por sus raíces poco profundas, era muy apropiada para Yucatán. La Guerra de Independencia impidió la entrada de nuestros productos ganaderos: carnes, pieles y sebos a Cuba. Los sustituyerón con productos que veían de Buenos Aires. Eso hizo que el capital invertido en la zona ganadera de Mérida e Izamal se desplazara  hacia el sur entre 1823 y 1825. Los primeros productores de esa época fueron: don Vicente Calero, el Dr. Antonio Frutos, don Anselmo Duarte de la Ruela y don Esusebio Escalante Castillo quien no solo fue productor sino un gran comerciante de azúcar. Para extender los cañaverales los productores ocuparon tierras que los indios utilizaban para sus siembras de maíz. Esta fue una de las cusas del levantamiento indígena de 1847.

En 1844 se encontraban sembrados 102 081 mecates de caña de azúcar distribuidos de la siguiente manera:

ZONA CENTRO

Izamal                      599

ZONA SUR

Tekay                  32 292

Hopelchen        10 029

Peto                   30 481

TOTAL        72 801

ZONA ORIENTAL

Valladolid           4 582

Tizimìn                9 046

Espita                  8 346

TOTAL 21 974

ZONA OCCIDENTAL  6 707

Que posteriormente

Sería de Campeche

TOTAL 102 081

Después de La Guerra de Castas los antiguos cultivadores volvieron al negocio , en 1851 ya habían sembrado 61 691 mecates , lo que permite ver el daño que le hizo a la industria azucarera decañeras del par Yucatán la guerra.

Al iniciarse los años 90 del siglo XIX, las principales haciendas cañeras del partido de Ticul, eran:

Tabi, de Carlos Peón.

Santa Ana, de Esusebio Escalante Bates

Uxmal, Pedro Peón Contreras.

Las del partido de Tekax , eran:

Thul, de Ancona y Marín.

Santa María, de Remigio Nicoli.

Kakalná, de Duarte y Hnos.

Santa Rita, de Anselmo Duarte.

Sacpacal, del señor Anselmo Cervantes.

San Bernardo, del señor Jacinto Ferráez.

Techoh, de Demetrio Duarte

Katbé, del señor Manuel Meneses.

San Mateo, del don Manuel Lara.

Existían también 30 ranchos azucareros.

En el partido de Peto estaba la hacienda Catmis del señor Manuel Cirerol y existían 23 ranchos azucareros.

En Espita se encontraban las haciendas:

Yokhuas y Chenku, de Quirino Peniche.

Nohpich, de Antonio Navarrete

San Antonio, de Sérvula Conde.

Santa María, de Antonio López.

Pom, de Felipe López.

Chiopté, de Felipa Peniche

Titz-ox, de Nicanor Peniche.

San Pedro Poxil, de Fabián Vallado.

San Miguel Opmá, de Pablo Vallado

Itzimté, del señor Teodoro Ancona.

Pichilá, de la señora Francisca Peniche de O.

Además existían 10 ranchos cañeros.

De las grandes haciendas Tabi contaba con 851 habitantes, Catmís con 417, Kakalná con 228 y Thul con 233.

Algunos empresarios trajeron de Cuba peones expertos en la siembra y corte de la caña. También se importaron bueyes especializados de Cuba. Los más entusiastas en estas actividades eran los hermanos Duarte Zavalegui. Los seguían don Manuel Cirerol, don Carlos Peón y los señores Ancona y Marín.

En el año de 1869 se instalaron los dos primeros motores de vapor  para mover las máquinas de los ingenios y poco después eran cuatro los equipos de vapor instalados en la falda de la serranía   que se extiende de ticul a tekax, en los ranchos azucareros de los señores José Dolores Escalante, Jacinto Escalante y Juan José Duarte, en Tekax, y Felipe Peón en Ticul. En Espita tenía uno don José Quirino Peniche y otro don José Domínguez Peón.

En 1893 los motores de vapor para impulsar molinos de caña eran 38 en el estado y a principios del siglo XX eran 48. Seguía siendo una industria próspera.

Los hermanos Duarte Zavalegui, Juan José   y Anselmo, de Kakalná y Santa Rita, fueron los primeros en traer máquinas similares a las que se usaban en Cuba. Los hermanos Duarte eran hijos de don Anselmo Duarte de la Ruela quien tuvo un ingenio en Peto desde 1835 hasta el levantamiento indígena en 1847, en que se convirtió en “negocio de Peto”. Don Manuel Cirerol trajo de Cuba en la década de los sesenta a un experto: Rafael de Portas, quien en aquella isla había ocupado el puesto de  administrador de un ingenio. Rafael de Portas escribió un libro celebre: “Agricultura. Tratado sobre el cultivo de la caña. Elaboración de azúcar. Cultivo de henequén y principios generales de agricultura”, publicado en 1872 bajo el patrocinio de don Manuel Cirerol. En 1886 don Juan José Duarte instaló el primer tacho al vacío en sustitución de los vapores al aire libre. Ya en un informe de gobierno desde 1882 se contaba con 287 máquinas de moler caña. Los trapiches de madera habían sido sustituidos por los hierro, con trenes de paila con hornos de reverbero, que posteriormente fueron sustituidos por aparatos de “triple efecto”, de los tres tachos combinados. Se importaba maquinaria de Gran Bretaña y de los Estados Unidos.

Según informes oficiales en 1878 se elaboraron 358 424 arrobas de azúcar y 716 848 de panela.

En 1900 el reporte arrojaba lo siguiente:

Kilogramos

Tabi                 920 492

Kakalná           690 000

Catmís              690 000

Thul                   575 000

Santa María      575 000

Santa Rita          287 633

Total                 3 739 498

Que eran un total de 325 000 arrobas.