El clima de Yucatán es propicio para las fábricas de hielo. Así fue como a mediados del siglo XIX se instaló la primera fábrica en Mérida. La maquinaria era de la marca Carré de origen francés. En 1870 don Manuel Almedida instaló la primera fábrica de hielo movida por una máquina de vapor de seis caballos de fuerza. Un cronista del siglo XIX decía del hielo: “es un recurso eficaz para las familias, pues el hielo usado con moderación, especialmente en las bebidas, es muy agradable e higiénico. Es también utilísimo para ciertas enfermedades”. En 1888 don Joaquín Arrigunaga montó una fábrica de hielo que tuvo muy poca duración. Después se abrieron tres legendarias fábricas: “El Polo Norte” de don Luis Morales Espinosa montada en la esquina de El Perejil, justo en el cruce de las calle 70 y 73; esta negociación es el antecedente de la Cervecería Yucateca. La Cía. Artificial de Hielo de Mérida, instalada en el antiquísimo barrio de San Cristóbal, siendo su director el Lic. Néstor Rubio Alpuche que era socio de los señores Felipe Ibarra Ortoll, Diego y Sebastián Hernández Escudero, Fernando Guemes y Juan Hoffman. La tercera la instalaron los hermanos Solís en la hacienda Xcanchacán pero vendiendo el producto en un expendio llamado “El Polo Sur”. Durante la crisis de 1895 los negocios del señor Morales Espinosa sufrieron un descalabro y tuvieron que ser vendidos en pública almoneda. Fueron adquiridos por 35 mil pesos por don José María Ponce Solís. Aparte de la fábrica de hielo el señor Morales tenía una de dulces y otra de chocolate que también fueron adquiridas por José M. Ponce y Cía. Para 1899 el edificio de la fábrica tenía tres pisos y se producían 12 toneladas de hielo. Contando con 150 caballos de fuerza, lo que era un prodigio para la época. En Valladolid existía una fábrica de hielo importante: Las Dos polos.