Ésta es la visión de la que fuera casa de la familia Peón y que en algún tiempo estuvo pintada de dorado.  Ahí se estableció un bar llamado «Perico Chicote», por lo cual se le ha llamado con el nombre del legendario bar madrileño.

Esta hermosa imagen contemporánea denota infidelidad en el balcón esquinero y en los dinteles de los vanos que fueron reconstruidos sin tomar en cuenta la construcción anterior.