Imagen del Convento de las Concepcionistas, único convento de monjas que hubo en la Colonia de Yucatán.
Cuando el templo se abrió a los fieles se llamó Nuestra Señora de la Consolación. Cumpliendo ordenamientos liberales, las monjas fueron exclaustradas y algunas se refugiaron en sus casas privadas; para sobrevivir elaboraban lo que ha hecho célebres a algunos conventos coloniales en América: los dulces y panes monjiles. Entre otras cosas debemos a las monjas concepcionistas algunos de los dulces y panes que nos distinguen.
Esta imagen es en sí misma una denuncia pública: no solo los árboles cubren la austera fachada del convento, sino que un imprudente letrero perturba la serenidad del venerable recinto. Nuevamente la presencia de cables restan a este pasaje colonial de nuestra ciudad.