La hoy llamada Cámara Nacional de Comercio, Servios y Turismo de Mérida  fue, a lo largo del siglo XX, una institución protagonista de la historia de Yucatán. Precisemos: desde los tiempos de la legendaria Diputación de Comercio ha existido en el comercio organizado un afán por el desarrollo económico, social y político del Estado de Yucatán. El puerto de Progreso es una manifestación esclarecida: su fundación, sus primitivos muelles, la evolución de sus líneas de ferrocarril, la carretera-construida con la participación directa de la Cámara quien cobraba una cuota de recuperación- el muelle nuevo y , para asombro de más de alguno, la ampliación que se dio a finales del siglo pasado también fue una idea planteada por la Cámara, cuyos consejeros de aquellos años se entrevistaron con la empresa danesa que hizo el muelle nuevo, antes de que se optara por el primitivo método de tirar piedras al mar. La Cámara habilitó una suerte de batallón para enfrentar la entrada de Salvador Alvarado en Halachó y posteriormente colaboró con la legendaria Comisión Reguladora del Mercado del Henequén. Emitió cheques y combatió, en pasajes memorables, los préstamos forzosos y los impuestos excesivos. Desde los albores de la Confederación de Cámaras de Comercio la presencia de Mérida fue sumamente significativa , a punto tal de que el 3 de septiembre de 1919 fue elegido como presidente del Consejo Directivo el señor Francisco Leal Novelo, décadas después ocuparía el mismo puesto el Lic. Nicolás Madahuar Cámara. Apenas si se tiene que destacar el respeto que en materia de leyes  a nivel nacional  mantuvo nuestra Cámara en las primeras décadas del siglo XX , a punto de que a menudo eran enviados comisionados especiales de la Secretaría de la Economía Nacional  para realizar consultas con los comerciantes yucatecos y sus abogados asesores. La Cámara de Comercio cobijó a los industriales del Estado antes de que tuvieran su propia Cámara. Entre otras muchas cosas Mérida le debe a la Cámara la introducción de la telefonía y la radiotelefonía llamada automática. Es histórica la presentación que al respecto hiciera a nivel nacional ese gran señor que fue  don Hugo Molina Font. Las constituciones del cuerpo de bomberos y la Cruz Roja también están relacionadas con la Cámara. Otro pasaje brillante de la historias de la Cámara y de la ciudad de Mérida fue el apoyo decidido y gallardo que se le ofreció a don Milton Canto en los vergonzosos días en que fue víctima de un feroz acoso por sus convicciones políticas a favor del PAN. La tradición de las ferias y exposiciones proviene del siglo XIX y en algunas ocasiones estuvo la Cámara , y sus antecesoras, íntimamente vinculadas a ellas y otras no tanto. Lo que s hizo la Cámara fue promover la fundación de un Museo Industrial cuya razón de ser era la exposición de los  productos yucatecos. En la V Exposición Agrícola, Ganadera, Industrial y Feria Comercial, que tuvo lugar del 28 de marzo al 4 de abril de 1937, la Cámara ofreció premios para estimular a los expositores, como lo hiciera en otras ocasiones .  Hace unos días el Lic. Juan José Abraham Achach nos contaba cómo la Feria Xmatkuil había transitado de ser fundamentalmente ganadera a la cobertura más amplia que incluye espacios industriales y comerciales. Esa traslación fue lograda con el liderazgo de la Cámara. Emperola Feria de Xmatkuil nuca formó parte de la estructura de la institución. El mismo Juan José nos decía que fue el Lic. Víctor Manzanilla Schaffer quien le otorgó personalidad jurídica al comité organizador. Sin embargo el concepto de la feria como hoy lo conocemos fue ideado y desarrollado por la Cámara. De ahí que resulte contradictorio y sumamente desafortunado las divergencias que han surgido entre el comité organizador de la feria y distintos organismos empresariales. La Feriade Xmatkuil posiblemente esté viviendo una evolución que trasciende las instalaciones y que dará lugar a incluir, entre otros, un capítulo cultural vinculado al tradicional “otoño cultural” y la temporada de nuestra atractiva Orquesta Sinfónica. Las hostilidades existentes constituyen un entorpecimiento para las faenas que se demandan para quela Feria cumpla con dos condiciones para su existencia: servir a los industriales y comerciantes yucatecos y ascender por la ruta a la que está obligada.