CronicaDelNegocio

Mérida tiene un índice de pobreza -y de pobreza extrema- menor al nacional. Quizás tres factores hayan contribuido para esta situación notable: la demanda de obra de mano y de otros servicios en el Caribe Mexicano; la industria de la vivienda y los negocios domésticos que en Mérida son notables. Pero he aquí que la dinámica de la construcción de viviendas, a menudo sin ninguna clase de planeación urbana, nos ha llevado a tener más de 60 mil viviendas desocupadas en la ciudad.

Durante décadas los promotores de vivienda fueron muy exitosos en términos financieros. En algunos casos, tiene que destacarse, también lograron desarrollos de valor para la ciudad. Estas rutas llegan a la extravagancia: en los albores del siglo XXI se siguen construyendo viviendas que contradicen las normas que hoy nos plantea el nuevo urbanismo. Los científicos nos dicen ahora que nosotros teníamos razón: la vieja estructura barrial era la buena y no la vida country o de ciudades satélites que los norteamericanos desarrollaron tras la Segunda Guerra Mundial. Prevaleció la inspiración en La Pequeña Casa en la Pradera de la familia Ingals, pero se descubrió su improcedencia. A un tiempo, en los términos de la más simple lógica, la especulación de terrenos se desató con furia. A esto contribuyó la enmienda a la ley del ejido. Las tierras comunales que tanto procuró la revolución pudieron ya privatizarse. Grandes capitales se levantaron con la especulación de terrenos. Pero resulta que la traza urbana actual es de 29 mil kilómetros cuadrados de los cuales hay entre 6 y 8 mil no utilizados. Pero la reserva de terrenos en los límites de la ciudad de Mérida es de 33 mil kilómetros cuadrados. Tenemos más del doble en reserva sin haber acabado de utilizar lo ya trazado. Quien quiera especular con terrenos tendrá que esperar de 15 a 20 años para realizar su dinero. Esto no significa que el negocio inmobiliario en Mérida ,y su área conurbada, haya acabado. Lo que sucede es que ahora exige más imaginación, más talento, en una sola palabra: más profesionalismo.

Todo este crecimiento nos ha complicado la vida, hemos violado los principios de : poca distancia, poca motorización y alta densidad. Justamente el reto futuro del negocio inmobiliario es revertir estas violaciones. Hay mucho por hacer y por rescatar. Y así ahí tenemos que concentrar los esfuerzos.