ARTE Y DESARROLLO ECONÓMICO
La vida imita al arte. El artista en plena libertad crea y recrea mundos sin importar su racionalidad. El hombre vive en una tensión permanente entre imaginación y razón. Para los Románticos británicos y alemanes la felicidad del hombre provenía de la imaginación y la razón era una suerte de demonio que atormenta. Para el gran poeta William Blake tenía un nombre : Urizen. De aquí que los artistas sean los verdaderos lideres de la humanidad. La ciencia, dice Engels, es una historia decreciente de errores. Quizás, pero esto no le ocurre al arte que no aspira a pronosticar: se limita a crear y revelar. Aunque en una suerte de misterio todo arte, cuando es legítimo, está hecho de futuro. Viéndolo así el arte es un estímulo para la imaginación. Puede haber un índice de la imaginación de un pueblo. Esto es: la capacidad de crear . Hay una clara relación entre el nivel del arte en un pueblo y su desarrollo económico. La verdadera infraestructura de un pueblo es la espiritual que se nutre del arte. Casi todos los gobernantes de los pueblos de América Latina piensan que la infraestructura trascendente es la material, sin embargo esta puede ser plenamente efímera sino tiene un sustento espiritual. Nos lo mostró la Segunda Guerra Mundial: pueblos destruidos que se levantaron con vigor porque ellos eran lo importante, no sus construcciones. Quizás exista una relación entre la Orquesta Sinfónica de Yucatán y el MACAY, y nuestra vida cultural en general, y el desarrollo empresarial de Mérida que en las últimas décadas ha sido particularmente interesante. Somos una capital de la microempresa pero también hemos tenido una incursión en mercados nacionales e internacionales. Hace algún tiempo en una larga conversación que sostuvimos Dulce María Sauri y yo, analizando las diversas etapas de la historia del empresarial de Yucatán, nos deteníamos en algunos casos actuales. Quizás convenga explorar la relación íntima de nuestra vida cultural con la creatividad empresarial para producir y distribuir. Y más aun: para encontrar ventajas competitivas con que posicionarse en los mercados. Es muy probable el índice de imaginación de Mérida sea alto. Por eso estamos defendiendo nuestras instituciones culturales. Al hacerlo defendemos nuestra infraestructura y nuestras posibilidades de desarrollo.
