Por Camilo Aznar
Como los filósofos presocráticos el hombre contemporáneo está preocupado por la naturaleza. Sus razones son menos especulativas y más inminentes: el medio ambiente está a punto de colapsarse y se ha probado una y otra vez que la comida es causa de vida o de muerte, todo aquello que se acerque a lo natural fomentará la primera y lo que se aparte hará por la segunda, se cree en forma genérica. De ahí que un restaurante que ofrezca menús cercanos a la naturaleza sea atractivo. Aclaremos: algunos fenómenos son ajenos a la naturaleza, todo lo que nos rodea proviene de los reinos animal, mineral o vegetal, sin embargo hay productos que son más amigables para el ser humano y sobre todo si no están un estado de conservación que puede exigir grandes cantidades de cloruro de sodio (sal) que resulta ingrata para el organismo. Otro tanto se puede de todo aquello que se logre con tinturas y otros productos químicos. Bien se dice en tono festivo: hay señoras simples y las hay prodigiosas. Las primeras a falta sal usan pimienta o viceversa; las segundas logran con un arte consumado igualar los sabores: lo mismo sabe el arroz blanco, que el chocolate o el filete con champiñones. Ambos tipos recurren a lo que sea para lograr su cometido que no es salir del paso sino de la boca. Hace unas noches fui a cenar a 100% y la primera impresión que tuve fue la de estar entrando a un restaurante del Caribe mexicano. La techumbre de paja perfectamente trabajada con evocaciones de las casas mayas y las medias luces definen la personalidad del salón principal, totalmente exento de clima artificial. La carta nos ofrece un capítulo de botanas que incluye Jocoque y humus, Guacamole y un Alucinantes que son unos hongos con ajo, perejil, cebolla, chile guajillo y queso parmesano, que pueden resultar muy venturosos para el centro. En el apartado de sopas llama la atención una Cristalina a base de setas, espinacas y cebollas con fideos chinos. El arroz, que es un regalo divino por el cual no ha de faltar un plato diferente para cada día del año, hacen acto de presencia en la minuta de 100% natural con una variedades ciertamente llamativas: Arroz-ito que es un arroz con verduras, salsa de soya y cebollín fresco; Arroz-ote que se logra con germinados de soya, calabaza, brócoli y espinaca con salsa de soya; Hindú , que va con setas, salsa de curry y nuez; Arabesco que se hace con almendras y cebollín acompañado de jocoque y pan pita, delicioso por cierto. Existe un aparta de pastas , de entre las que cabe señala a la Strogonoff que es con salsa de vino tinto, setas, champiñones y un pimiento al estilo de 100 %. Mientas usted discurre las veredas del menú y sus ingeniosas propuestas, por las noches, puede disfrutar de un conjunto que suele tocar música de los años setentas y ochentas. Gran acierto poco explorado por nuestros inanimados restaurantes. Sin consideraciones mayores al menú la música puede ser una fórmula valiosa para segmentar el mercado. Sería incoherente visitar 100 % y no disfrutar alguna de sus ensaladas de cuyos nombres damos cuenta: Ensalada 100% Natural, Tricolor, Gourmet, Pollina, César, Libanesa, Tai Tai, Ensaladona y La Buenahierba. Todas dignas exponentes de la especialidad de la casa. Las ensaladas no aspiran a darnos mayores sorpresas, por el contrario el campo de experimentación se ha dado en los aderezos, que van desde el clásico Aliolí (aceite y ajo) , la salsa de la Isla de Mahón, la mayonesa, con sus muy distintas variantes, hasta jocoque, los de chiles, los de maíz, los de tomate (el pomodoro italiano sin el cual no se entendería la comida de la bota itálica) y la de mostaza dulce, entre otro tantos. El menú nos sándwiches de jamón de pavo – que nadie se sorprenda-, hamburguesas y unos Mamuts que son preparados con pan chapal, servidos con espinaca, cebolla, lechuca y tomate. Otra especialidad de la casa la constituye las Pitas que se preparan con una suerte de pan árabe que se componen con champiñones, cebolla, pimiento morrón, salsa italiana y queso gratinada. , a esta variedad se le llama Pita Pizza. Existe un capítulo de comida mexicana típica: Molletes, Quesadillas, Burritas, Quesabrosas, Tacos de Pollo, Fajitas de Nopales, Fajitas de Pollo y las imprescindibles Enchiladas. También se puede contar con una buena oferta de pollos y pescados de la cual le recomendamos el Pez Meneado que es un filete de pescado con mantequilla, aceite de olivo, perejil y almendra, acompañado de verduras salteadas. Los jugos naturales son todos espléndidos y usted puede disponer de una variedad o de su propio ingenio para disfrutarlos. Desde Luego que 100% Natural cuenta con una panadería para disfrutar de una Trenza de Granola o un tradicional Rol de Chocolate , entre otros. Los postres abarcan una variedad de pays clásicos y un pastel de zanahoria con especias que merece ser probado. Visitar 100% Natural es hacer una escala obligada en la geografía culinaria de la ciudad.