Francisco de Montejo, El Mozo, estuvo bajo la tutela de Hernán Cortés, hombre astuto donde los hay. Quizás ahí podemos encontrar el origen del talento de este joven Montejo. Duró más de una década la conquista de los mayas de Yucatán sin éxito contundente. Montejo decidió fundar Mérida entre los cinco cerros de Thó: dos pequeños por hacia al norte de La Mejorada, San Antón, en la calle 50, San Benito y Blakumchan. La ciudad se fundó sin que la conquista fuera un hecho. No se equivocó el joven Francisco: en junio se dejó venir Nachi Cocom con miles de indios rebeldes. Algunos dice que Cocom acaudillaba a setenta mil indios , otros dicen que a menos, todos coinciden en que era un contingente numeroso. Montejo se subió a los cerros y , siendo apenas unos cientos los españoles, pudo acabar con los mayas . Desde luego el triunfo de Montejo en mucho se debió a sus armas de fuego. Empero en esa batalla de San Bernabé Montejo y los españoles se llevaron un susto: la traición de los Cupules. Durante La Colonia no se olvidó nunca este hecho , por misterioso y sorpresivo.  Don Francisco mostró otro acierto: no acabó con Nachi Cocom, permitió que volviera a Sotuta a reinar. Hubo una suerte de pacto de territorialidad. Verdad es que Montejo salió a conquistar Zací , hoy Valladolid, que se necesitaba para las encomiendas . Por siglos en la península de Yucatán solo hubo dos ciudades con nombres en español: Mérida y Valladolid. Ambas para los blancos , no para los indios.