Han estado circulando en las redes sociales dos encuestas sorprendes sobre el presunto resultado de las elecciones en Yucatán. En una Mauricio Vila aventaja a Mauricio Sahuí en 15 puntos; esta encuesta se dio a conocer en los noticieros de la ciudad de México, así como el nombre de la empresa encuestadora. En otra: Renán Barrera Concha supera a Víctor Caballero Durán en más de 12 puntos; a decir verdad en este caso se trata de varias encuestas y todas le dan una ventaja crecida al candidato de PAN  . Se trata de ventajas abrumadoras. Cierto, después de Brexit, y otros episodios,  es difícil creer en las encuestas. También verdad es que Xavier Abreu superaba a Ivonne Ortega en cerca de 18 puntos. El futuro no es el campo de juego de la razón y las estadísticas, lo es de la fortuna. Se complementa el caso: hay muy mal ánimo contra el PRI: los aumentos a la gasolina, los aumentos a la energía eléctrica, escandalosos casos de fraudes por toda la República, etc.; no menos sorprendente es el caso de Peña Nieto que tiene tan poca aceptación. No ha sido tan malo el gobierno encabezado por don Enrique, pero él ha caído en desgracia ante el pueblo.  Todo esto se refleja en estas encuestas. El gobierno de don Rolando tiene aciertos importantes. Y más aun él ha inaugurado un estilo de gobernar que muchos imitaran en el futuro: la discreción absoluta. De ahí que él no pueda ser un activo para los candidatos de su partido. Don Rolando no tiene popularidad, tiene el respeto del pueblo porque se ha mantenido en la sombra, como marca la teoría. Lo cierto es que pesa sobre las próximas elecciones una suerte de sentencia a favor del PAN. Esto es insano para la democracia que debe ir envuelta en una incertidumbre electoral. Con estas ventajas amplias los candidatos cambian, ya no buscan dar lo mejor de sí. Unos pretenderán atacar a los contrincantes, descalificarlos y  destruirlos. Los otros trataran de defender su posición. Distintas fuerzas sociales podrán unirse a esa confrontación. Esperemos que las cosas sean distintas. Lo cierto es que no parece fácil para el PRI desplegar una estrategia para revertir esta situación, tanto más cuanto que los candidatos del PRI no se están comportando como retadores y los del PAN gozan de muy alta popularidad. Borges descreía de la democracia, decía que si acaso era un abuso de la estadística. Eso es lo que hay que evitar en este caso: abusar de la estadística para determinar resultados.