Leí con particular interés el reportaje del Diario sobre el estado ruinoso de algunos edificios de la ciudad. Los terrenos y los edificios son seres vivos. Las construcciones nos hablan de un época, son como bien dijo Octavio Paz : el testigo insobornable de la historia. Pero nuestra actitud es irremediable , no queremos oi hablar a los edificios y dejamos que con ellos muera parte de nosotros. A menudo suceden cosas increibles: se reconstruyó El Olimpo pero con el proyecto de un arquitecto, no buscando el Estado original. Ahí el que habla es el arquitecto no el edificio que fue silenciado . En este caso hay una paradoja: la resolución arquitectónica es espléndida pero es una impostura que afecta a uno de los cerros de Tho. Baklumchan esta aplastado por El Olimpo y el Palacio Municipal que a parte de su basamento le llama Patio de los Poetas !!!! Si se hubiera reconstruido se hubieruan encontrado claves de gran valor. Asusta lo que seguimos haciendo en esta ciudad donde solo quedan 50 edificios coloniales y 200 de la bella época. Más aún:  de la esplendorosa obra de Félix Mier y Terán ya casi no queda nada. Hay un máxima célebre : el pájara de la sabiduría tiene que saber de donde viene para saber a  donde va. Porque dejamos de cuidar nuestra historia no hemos superado lo que hicimos en la colonia México Y nuestras colonias por debajo de su pasado inmediato. Y no es trabajo de la autoridad sino de todos nosotros : el privilegio de vivir en Merida lo exigue.