Jorge-Saldaña

Cuando lo conocí llevaba años de admirar su trabajo. Quizás esto facilitó nuestra amistad que se hizo intensa y nos llevó a la zona de las confidencias.

Jorge Saldaña ha sido el mejor promotor cultural de la televisión mexicana. Antes de él nadie le disputa el liderazgo, nadie, ni el célebre Br. Álvaro Gálvez y Fuentes, ni el Lic. Pedro Ferriz Santa Cruz. Por cierto que cuando éste último fue desplazado del canal 13 y dejó su histórico programa Las Preguntas del Trece, que antes había sido El Premio de los 64 mil Pesos, le pidieron a Jorge que lo supliera y Saldaña, cumplido y caballeroso, le habló a don Pedro que le dio por respuesta: “¡Adelante Jorge!” . Después de Jorge hubo muchas tentativas, desde la de dos escritores espléndidos: Juan José Arreola y Octavio Paz, hasta la de Javier Aranda Luna. Jorge fue el que llevó a la televisión a los dos, tanto a Arreola como a Paz. Ninguno logró penetrar al gran público como Saldaña. Los programas de Octavio Paz son inacabables. Las conversaciones con Vasko Popa, Joshep Brodsky, Elizabeth Bishop y Álvaro Mutis, son espléndidas. El encuentro de Paz con Jorge Luis Borges y Salvador Elizondo no es menos trascendente. La serie del Encuentro Vuelta es histórica, tanto que ahí se acuñó la frase “México es la dictadura perfecta”, fue Mario Vargas Llosa quien la profirió. Pero nadie logró lo que Jorge. La razón es que Saldaña lo mismo comentaba las canciones de Agustín Lara o de Tata Nacho que alternaba con el erudito Ernesto de la Peña y discurría sobre las etimologías de las palabras y el origen de las frases comunes en español. En no pocas ocasiones, tapándose una oreja, cantaba con emoción y ya poseído se atrevía con Granada. Colaboraron con él don Arrigo Cohen y Francisco Liguori, entre otros personajes distinguidos.

Tuvimos oportunidad de rendirle un homenaje en un  festival de la ciudad en el patio central de El Olimpo. En el momento que entraba doña Judith Pérez Romero tocó en el piano el tema de Nostalgia, programa con el que cerraba Saldaña sus legendarios Sábados. Lo vi emocionado, como lo conmovía que la gente lo reconociera en la calle. Vino varias veces a Mérida en los últimos años de su vida. Hicimos algunos programas de tv juntos y también colaboré en su programa de radio. En una ocasión Alfonso Gasque Casares organizó una comida de amigos en su casa. Con gentileza me invitó pero le advertí que Jorge Saldaña estaba en Mérida: “¡Dile!”, fue la respuesta generosa de Alfonso. Fuimos y Saldaña no olvidó esa comida que se prolongó hasta la noche.

De Televisa lo corrieron aunque una marca de mayonesas usó el nombre de su programa – “Anatomías”- para hacer un comercial. También salió del Canal 13 del gobierno, a pesar de que María Félix pidió que él le hiciera una entrevista. Por cierto que en esa ocasión La Doña le dijo “Pásame la polvera que está en mi bolsa”; pero al abrir la bolsa Jorge se encontró con un fajo de billetes de cien dólares que se exhibían con impudicia. Cumplió su cometido e ignoró la oferta.

La pobreza de nuestros medios electrónicos ha  sido consignada en forma inobjetable, sin embargo Jorge volvió y estuvo los últimos años en el Canal 11 con un programa similar a Nostalgia. Supe que vivía en Cuernavaca y lo vi ya muy cansado la última vez. Me dolió oírle la voz: apagada, sin el brillo de otro tiempo. Atado al bastón que usó al final de su vida  ya reflejaba cierto desánimo. Cuando fui promovido a la calle por la televisión estatal, tras haber hecho programas de éxito, Jorge se enteró  y me habló por teléfono. Me dijo: “Estoy planeando que se haga un programa de todos los corridos de la televisión ¿Le meterías?”. Mi respuesta fue: “No canto como tu Jorge pero a pesar de eso claro que si, cuenta conmigo”. Nunca hicimos el programa.  El último regalo que recibí de él fue la amistad del padre Guillermo García Montaño, primo de su esposa que vino a vivir a Mérida. Me he enterado que hoy ha muerto mi amigo Jorge, fue Jorge Alvarez Rendón quien me dio la noticia. Con el maestro Alvarez Rendón hice un programa de radio que perseguía copiar el “Modelo Saldaña”, combinar lo popular con la cultura. Claro que cometimos el pecado de tener éxito y por eso tuvimos que salir. Hasta hoy hay taxistas que me identifican por la voz y gente como Nicolás Madháuar Cámara que recuerda pasajes de ese programa. La figura de Saldaña y su trabajo es todo un ejemplo al que volveremos una y otra vez: conjuntó espectáculo con cultura, reflexión con diversión, poesía con música, y  todo fue un éxito. Por eso estamos obligados a tener Nostalgia por Jorge Saldaña.